El primer domingo de mayo se celebra el Día de la Madre, un acontecimiento que ha quedado en la sombra esta semana por la omnipresente noticia del nacimiento de la segunda hija de una madre que por alguna razón no parece ser igual a las demás madres. Siempre que nos acordamos de nuestra madre pensamos que madre no hay más que una, pero no ocurre lo mismo cuando los demás se acuerdan de la madre de uno, y es que ciertamente madre hay más de una aunque a veces da la sensación de que son todas la misma. El parecido entre unas madres y otras viene producido porque toda madre antes ha sido hija y verá cómo su hija se convierte en madre a la vez que ella en abuela. Al fin y al cabo las abuelas son como las madres pero más blanditas sin dejar de ser madres para sus hijos.
Aunque parezca contradictorio una madre puede ser a la vez muchas cosas, puede ser madre y suegra a la vez. En este aspecto existe una relación entre miembros femeninos de una misma familia y en el caso de la suegra viene condicionada por un aspecto demostrable científicamente. Está demostrado que un hombre busca en su pareja los aspectos buenos de su propia madre, por lo que el parecido entre la madre y la pareja es a veces asombroso. En el caso de las hijas y a la vez parejas, el parecido con su madre es evidente, pero tanto en los aspectos que más te gustan de tu pareja como en los que más odias. En este entramado de madres e hijos podemos sacar una conclusión rápida: cuanto más te guste tu pareja más te gustará tu suegra. La suegra es la persona que cuando vas a su casa hace las cosas que tu madre hacía antes por ti y que muestra ese interés por tu bienestar que tu madre fue perdiendo poco a poco y que, sin olvidar que también es madre, tu suegra irá perdiendo poco a poco contigo.
Como decía antes, una madre puede ser muchas cosas a la vez, puede ser madre, suegra y abuela, pero en ninguno de los tres supuestos se comportará de la misma manera. La diferencia entre la madre y la abuela es que al ser madre no pueden dejar de decirle a su hijo lo que debe o no debe hacer, pero al convertirse en abuela no dejan que les digas a tus hijos lo que deben o no hacer, por lo que pasan de ser duras y severas con sus hijos a ser lo más blando, tierno y babeante con sus nietos. Al igual pasa con la madre protectora y la abuela despreocupada en una misma persona. Esa madre que se preocupaba excesivamente por sus hijos y que cualquier hora le parecía tarde, si a tus amigos les dejan a ti no, cualquier sitio estaba demasiado lejos, y tan largo te vas, y cualquier cosa que tú hicieras podía acabar de mala manera, te vas a caer. Esa misma madre se convierte ahora en la abuela despreocupada por los hijos de sus hijos, déjalo, está en la edad, o no te preocupes, ya se cansará. Estas hipótesis se basan siempre en supuestos irreales y ficticios por lo que luego la realidad puede ser radicalmente distinta, en el caso de las mujeres no sé ni sabré jamás lo que buscan en su pareja y si tiene esto alguna relación con su madre o con su padre, y creo que no hay todavía una base científica que nos ayude a entenderlo. Lo que sí que es cierto es que lo hagan como lo hagan siempre se llevan bien con su suegra, o casi siempre, o sólo a veces, aunque seguro dependerá de la opinión que tengan las dos del hijo en cuestión.
No podemos decir que madre no hay más que una porque las hay por todos lados y aunque tengan comportamientos propios de las madres, como la nuestra no habrá nunca ninguna igual, y aunque nuestra abuela sea como una madre nunca debería llegar a sustituirla porque las abuelas siempre son más permisivas y blandengues y los hijos, sobre todo si son pequeños, necesitan un poco de cal y un mucho de arena, o viceversa, nunca he sabido que es peor, si la arena o la cal. En cualquier caso nunca debemos olvidarnos de la madre que nos parió y cuando nos acordemos de las madres de otros que no sea para mal, que aunque a veces tengan mucho que ver, la culpa finalmente no es suya.
