Ya habrán escuchado ustedes algo sobre la intención de traer más basura a Villena. Más basura a nuestro vertedero. Nueva basura procedente de algunas localidades de nuestra provincia que se ven saturadas de basura por culpa de la falta de presupuesto autonómico para levantar un nuevo basurero en su comarca. Cientos de toneladas de pringosa y perniciosa basura que nos regalará nuevos aromas en consonancia con los hábitos de sus lugares de procedencia y que contribuirá a consumir el área de nuestro basurero reduciendo su vida útil. Ante tal agravio parece que todos los partidos políticos de nuestro Ayuntamiento por una vez han logrado el consenso y están dispuestos a trabajar por una vez en la misma dirección para rechazar esta medida.
Puede que ustedes hayan escuchado que todo el problema nace de la falta de presupuesto de la Generalitat para construir un nuevo basurero en cierta población de la Vega Baja. Y puede que también hayan escuchado ustedes al alcalde de dicha población manifestarse contrario a tal solución (haya dinero o no, evidentemente no es lo que ningún ayuntamiento querría para su ciudad). Afortunadamente para ellos y ellas nuestro gobierno autonómico a lo largo de esta década y parte de la anterior ha ido gastando su presupuesto en una serie de lindezas súpernecesarias y germen del crecimiento de la popularidad y economía de todos y todas los y las valencianos y valencianas hasta llegar al presente momento donde no dispone de dinero ni siquiera para pagar el montante anual comprometido con nuestras asociaciones socio-sanitarias. Una afortunada situación quizás en este único caso, puesto que absuelve a la población tanto de su propia mierda como de la mierda procedente de las localidades de su entorno. Y previsiblemente desdichada para el futuro de la tierra y las narices villeneras que cuentan desafortunadamente con un vertedero capaz durante algún tiempo de albergar unas cuantas toneladas más de mierda.
Y así, además de confiar en la efectividad del trabajo de nuestros grupos políticos, me parece que no estaría de más ahora escuchar a esas asociaciones que con sus altibajos pero continuadamente han estado preocupadas por el problema de las basuras en Villena. No sería mala idea volver a salir a la calle, manifestar un rechazo unánime frente a la fácil y burda solución estratégica propuesta desde despachos donde no llega el olor a mierda. No estaría de más que la ciudad saliera a la calle, expresara su oposición a este abuso, lo hiciera público. Para que no pareciera una mera cuestión burocrática donde cientos de papeles pueden hacer olvidar a las miles de personas a las que perjudicará una decisión tomada en un despacho: la más fácil, la más barata, la menos comprometida. Por eso Villena debe luchar desde todos los frentes, con todos los medios a nuestro alcance: Villena a la calle, Villena gritando ¡¡NO a más basura!!
