Cultura

Más sonidos desde alguna parte

No es casual que cuando uno se acuerda del tiempo que lleva sin ver a Pepe o a Juan, pasados unos pocos días se lo encuentre en la calle o en la carnicería. Es como si el cerebro al recuperar un recuerdo lo situara en la parte superior de esa montaña de papeles que acumulamos durante nuestra vida. Yo estoy convencido de que no es casual. Igual ocurre al hablar de una película, un libro, o de cualquier otra cosa. Al nombrar algo, al pronunciar ordenadamente las letras que forman esa palabra, al articular la palabra que designa a una persona u objeto, a una idea, automáticamente ocurre que cierto mecanismo universal se pone en funcionamiento.
Así ocurrió hace un par de semanas cuando escribí De dónde viene ese sonido? para llamar la atención sobre la actividad musical en Villena. Así ocurrió, y no lo digo sólo porque el grupo musical Noun se pusiera en contacto con nosotros para anunciar que pronto presentará Atrezzo, su nuevo trabajo, donde la música rock juega con estilos alternativo, psicodélico, metal, post... Las mal llamadas casualidades van más allá. La invocación del actual panorama musical conjuró otros espíritus. También me llevó a toparme de cara con un par de carteles (auténticos, el diseño de los carteles digo) que reclamaban la asistencia a los conciertos de los Supercamorristas en el Hinderburg de Caudete por un lado, y de los Radiocassettes en el Saladar por otro. Aún así no debieron parecerle suficientes al Universal Mecanismo estos “casuales” tropiezos con que me había encontrado, porque al cabo de unos días comencé a escuchar en la radio la cuña que anunciaba una serie de conciertos de grupos locales (no sé si también comarcales) programados por el pub Dolce Vita. Demasiadas casualidades, ¿no creen?

Todavía queda averiguar si las coincidencias de las que os hablo, queridas personas, me suceden sólo a mí, o si nos suceden a mí y a unas cuantas personas más, o si nos suceden a todas las personas en general. Quiero decir, me pregunto, si estas coincidencias también las sufren los responsables de las Concejalías de Cultura o Juventud, o sus Asesores, o los técnicos y técnicas que trabajan en dichas áreas. Si, por ejemplo, al oír en la radio Pity Pity de Luis Aguilé después casualmente descubren que actúa en la Feria de Yecla –con desfavorable éxito y crítica popular– y que pueden tener acceso a su contratación. Claro que continuando con mi teoría podríamos decir que aquello que no ha sido nombrado tampoco es invocado. Esto no quiere decir que al personal antes citado no se le pase por la cabeza la existencia de grupos creadores de música en nuestra ciudad. Lo que quiere decir es que nunca los han nombrado.

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