Media legislatura
Hemos sobrepasado los dos años desde que el grupo Verde entró con mayoría absoluta a nuestro ayuntamiento. Dos años en lo que podría destacar la insistencia de este gobierno en acabar con la histórica deuda municipal, destinando para ello unas cantidades anuales mucho más abultadas que las que nos exigía el señor Montoro. Si de algo va a servir a Villena, y al grupo Verde por supuesto, esta liquidación de deuda, va a ser en las inversiones que podremos realizar durante los dos años restantes de legislatura. Inversiones que vendrán muy bien para encarar unas próximas elecciones, claro está. Espero y deseo que sea así y que Villena comience a moverse de una vez.
Por otro lado es destacable que aquellos palés de ladrillo que han adornado durante años las Cruces al fin se hayan convertido en un pequeño espacio ideal para dar un paseo, hacer un almuerzo o incluso estudiar en un entorno natural. Sería deseable que lo tratáramos con respeto, para poder disfrutarlo durante mucho tiempo, aunque ya se han visto los primeros ataques vandálicos. También en las últimas semanas nos han ido devolviendo poco a poco las calles que se han intervenido y a la vista quedaba la necesidad que tenían de nuevas conducciones. Se agradece que se acometan estos trabajos de raíz y que se hayan hecho previsiones para no tener que volver a abrir esas calles a medio plazo, pero se echa de menos, por ejemplo, que se comparta ese Plan de Alcantarillado del que alguna vez habla el grupo Verde. Y es que, queridas personas, por mucho que se hable de transparencia, la documentación comunicación continúa fallando. Cuando alguien quiere estudiar algo para opinar sobre ello, no va a una charla o a una reunión, sino que se encierra en su estudio con un buen legajo de documentos que además contrastará con otros que hablen de intervenciones similares en otras poblaciones. Luego vendrán las charlas y los debates participativos. Pero primero viene la información. Y si bien podría entender que el grupo Verde apuesta por formar en la participación antes de llevarla a cabo, no puedo entender que tengan tanto miedo a facilitar información.
Caso similar es el de ese comunicado en el que se habló de municipalización del servicio de recogida de basuras. Si prestan atención, seguro que encontrarán más líneas escritas al respecto por parte de los grupos de oposición que por el propio equipo de gobierno. Llegados al caso, podría decir que ni siquiera un grupo como Izquierda Unida, defensor de tales prácticas, ha sido consultado, ni ha recibido información, ni siquiera para buscar su apoyo público a la medida. Claro que, para nuestro alcalde, todo grupo político que no esté en el ayuntamiento no es más que un grupo de amigos y amigas. Y así es como se llega a un Reglamento de Participación que regula casi todo menos eso: la participación. Un reglamento que quiere ser más que ley y que al igual que su antecesor, ha sido aprobado pero dejará mucho que desear en su puesta en práctica.
En lo tocante a los planes de la huerta y de ordenación urbana, me temo que se va a seguir mareando la perdiz, con la ayuda del Foro Económico y Social y no por culpa de este último dejando, esperemos, el terreno a punto para afrontarlos en la siguiente legislatura. Por lo demás, qué quieren que les diga, llegan a mis oídos las decepciones típicas de quienes esperaban cambios y posturas menos conciliadoras, nada del otro mundo, y aunque tengan razón solo cabe decir que todo irá a peor. Como en la concejalía de Personal, que promete ser una fiesta permanente durante los próximos años: arreglando por un lado el caos presente y solucionando las nuevas situaciones futuras (el personal de la municipalización, por ejemplo). Pero esa fiesta no se dará, me temo, en la concejalía de Cultura, cuya línea programática continúo buscando con lupa tanto en el programa electoral Verde como en la práctica.