Llevaba ya bastante tiempo pensando en si tiene sentido circunscribir la lista de las mejores películas del año a los títulos estrenados en las salas, dado el impulso que han experimentado las distintas plataformas digitales y el número de títulos inéditos que acaban viendo la luz en sus respectivos catálogos. Pero la dramática situación de los cines provocada por la crisis sanitaria que todavía estamos padeciendo (ambas, la crisis y la situación) ha sido la estocada final: la mayoría de los estrenos más esperados de entre los previstos para el año pasado se han visto retrasados a este 2021 que esperemos acabe con resultados bastante mejores para un negocio que lleva languideciendo durante demasiado tiempo ya.
Por lo tanto, en lugar del habitual Top 10 del año les propondré dos Top 5, uno formado por títulos que se han podido ver en los cines y otro de estrenos domésticos... aunque se dé la paradoja de que ambos están liderados por la misma película. Y no les sorprenderá, más que nada porque ya se lo adelanté unas columnas atrás, que dicha película sea Mank, la cinta de David Fincher que Netflix estrenó un par de semanas antes de colgarla en su plataforma en una estrategia similar a la que llevó a cabo con Roma y El irlandés en los dos años previos. La película sobre la preproducción de Ciudadano Kane escrita por el padre del director y protagonizada por un pletórico Gary Oldman cuenta con el mejor guion del año, instrumento que desde antes de los tiempos de Orson Welles ya venía a ser los cimientos sobre los que construir todo lo que viene después. Si a esto le sumamos una dirección que exprime todas las posibilidades del libreto, un reparto sin fisuras y una factura técnica impecable, esta película y ninguna otra es la que debería pasar a la historia de un año que será recordado, por otras muchas razones, como uno de los más nefastos de la historia del séptimo arte.
Si Fincher representa al realizador plenamente abierto a los nuevos canales de producción y distribución (tras la soberbia e inacabada serie Mindhunter y este Mank ha firmado un contrato en exclusiva con Netflix para varios años), Christopher Nolan viene a ser el último bastión enfrentado a los emporios digitales del siglo XXI. Una vez vista Tenet, no podemos sino darle la razón en su empeño por estrenarla en la gran pantalla pese a quien pese: su versión apócrifa de los filmes de James Bond es una thriller operístico con una concepción del montaje y muy particularmente el sonido que no puede disfrutarse en igualdad de condiciones en el salón de casa por muy buen equipo audiovisual que se tenga instalado. Más allá de la complejidad de la propuesta y del eterno enfrentamiento entre fanáticos y detractores del cineasta británico (cada facción con sus razones justificadas), Tenet supone una experiencia audiovisual incomparable.
Completa el podio la cinta Vida oculta, dirigida por un cineasta todavía más a contracorriente que el propio Nolan: nada menos que Terrence Malick, otrora cineasta cuasi maldito que filmó únicamente tres largometrajes en treinta años y que con el paso del tiempo se ha vuelto, por fortuna, mucho más prolífico. Tanto es así, que en España hemos visto como las anteriores Knight of Cups y Song to Song llegaban prácticamente al mismo tiempo a los cines (eso sí, en modalidad de estreno muy reducido) y a una plataforma como Filmin mientras su film más reciente, basado en hechos reales, se estrenaba en cines en exclusiva apenas un mes antes de que se decretara el estado de alarma. Se trata de una película basada en hechos reales y plasmada con el estilo característico del firmante de títulos como Malas tierras o La delgada línea roja: unas imágenes de gran belleza plástica y un personalísimo empleo del paso del tiempo acercan la experiencia humana a lo trascendental. No será plato del gusto de todos los paladares, pero bien vale darle la oportunidad de probarlo.
Las dos películas que completan mi Top 5 de estrenos en salas son dos muestras de las posibilidades del cine fantástico a cargo de sendos directores que saben lo que se traen entre manos... aunque sean dos cintas tan distintas como El hombre invisible y El faro. En la primera, que podríamos considerar la mejor de entre las películas decididamente comerciales y aparentemente de menos enjundia del año, un sorprendente Leigh Whannell actualizaba el mito instaurado por H. G. Wells en su novela homónima articulando un relato sobre la violencia de género en clave de cine de terror que sacaba todo el partido posible a recursos formales tan básicos como la puesta en escena y el montaje. Por su parte, y en una posición diametralmente opuesta pero de resultados solo ligeramente por debajo, el auteur Robert Eggers se radicalizaba todavía más respecto de la anterior (y magistral) La bruja para ofrecernos el duelo interpretativo del año: Willem Dafoe y Robert Pattinson como la pareja de fareros atormentados por el aislamiento en un film altamente simbólico y rodado en un blanco y negro como se han visto pocos en el cine reciente.
En cuanto a los estrenos domésticos, Netflix se apodera del podio gracias, además de a Mank, a dos películas de producción propia dirigidas ambas por guionistas de oficio y que resultan muy diferentes entre sí pero ambas fascinantes: El juicio de los 7 de Chicago y Estoy pensando en dejarlo. En la primera, que nació como un proyecto pensado para Steven Spielberg, el guionista Aaron Sorkin vuelve a ponerse tras las cámaras después de Molly's Game para ofrecernos un film de corte judicial que aunque no sorprende ni lo más mínimo (recuerda demasiado a Algunos hombres buenos, escrita por él mismo a partir de su propia obra teatral) funciona como un reloj gracias a un reparto excepcional (resulta difícil destacar a nadie, aunque no puedo evitar acordarme del abogado defensor encarnado por un soberbio Mark Rylance) y a unos diálogos escritos con la caligrafía que era de esperar tratándose de su principal responsable. En cuanto a la historia de una posible ruptura titulada Estoy pensando en dejarlo, supone el regreso de un inclasificable Charlie Kaufman aquí más críptico que de costumbre; lo que no es poco, como sabrá cualquiera que haya visto películas escritas por él del calibre de Cómo ser John Malkovich o Adaptation. Se trata, por supuesto, de una cinta para reflexionar, y que seguramente habrá que ver más de una vez.
Para completar el Top 5, y ciñéndonos siempre a producciones con fecha de 2020, elegiría Historia de lo Oculto y Jumbo. La primera, cinta argentina de bajo presupuesto que firma Cristian Ponce, es una curiosísima mezcla de cine fantástico y relato político de corte conspiranoico; una suerte de Todos los hombres del presidente meets Expediente X que sabe sacar todo el partido posible a su muy bajo presupuesto y que nos hace soñar con lo que podría hacer su responsable con más plata a su disposición. En cuanto a la segunda, producción francesa dirigida por Zoé Wittock, es sin duda una de las propuestas más radicales del año: la inesperada historia de amor entre una joven introvertida y una atracción de feria (sic) que protagoniza Noémie Merlant, la revelación de Retrato de una mujer en llamas.
Por lo demás, ya que hablamos de cine visto en casa y por si tienen curiosidad al respecto, les diré que las mejores películas vistas durante el 2020 no son, precisamente, películas del 2020. Haciendo repaso, y dejando a un lado revisiones de títulos ya vistos, la película que más me ha impresionado y obsesionado de las vistas durante el año pasado fue 3 mujeres, el hipnótico film dirigido por Robert Altman en 1977. Y ya puestos, completemos un Top 5 -esta vez en orden cronológico- con Sábado noche, domingo mañana (1960) de Karel Reisz, Andrei Rublev (1966) de Andrei Tarkovsky, Accidente (1967) de Joseph Losey, y un ex aequo para la cult movie australiana Despertar en el infierno (1971) de Ted Kotcheff y la crepuscular Fedora (1978) del gran Billy Wilder. Mi consejo es que no renuncien al placer que supone rescatar películas del pasado que no pudieron ver en su momento por una u otra razón, pues la historia del cine está repleta de joyas por descubrir.
Pues esto es todo por el momento. Solo me queda desearles a todos los lectores de El Periódico de Villena que este 2021 termine para todos con un balance mucho mejor que el del aciago 2020... incluyendo, por supuesto, el regreso a los cines; un regreso que viviremos convenientemente vacunados y es de esperar que, más pronto que tarde, sin mascarilla ni gel hidroalcohólico. Nos seguimos leyendo.
Mank, El juicio de los 7 de Chicago y Estoy pensando en dejarlo están disponibles en Netflix España; Vida oculta, El hombre invisible y El faro están disponibles en Movistar+; Historia de lo Oculto está disponible en Filmin.