El equipo de gobierno al completo incluido Juan Richart, que hace unas semanas se posicionó públicamente a favor de esta cuestión ha rechazado en Pleno la petición del Partido Popular de reducir el número de cargos de confianza a sueldo del ayuntamiento, personas en su mayoría sin competencias técnicas y cuya contratación responde en muchos casos al pago de favores y compensaciones en el seno de los diferentes partidos políticos.
Dichos puestos están institucionalizados desde hace años en la administración, también en nuestro ayuntamiento, y en su justa medida y con los debidos matices pueden considerarse hasta necesarios, aunque la tremenda situación de crisis económica que vivimos los ha puesto en el punto de mira al ser un blanco fácil para atacar al gobernante mediante el fácil recurso a la demagogia.
Y en este punto conviene recordar que no fueron ni el Partido Popular ni el PSOE quienes abrieron, durante la pasada legislatura, este debate que ahora tanto incomoda a nuestro alcalde, retratado ante el espejo de sus propias palabras guardadas en la hemeroteca. Fueron los ediles de VCD anteriormente No Adscritos y los propios Verdes quienes, en su labor de desgaste contra Celia Lledó, pidieron reiteradamente una drástica reducción del número de cargos de confianza, además de la eliminación de las pagas extra y la reducción de complementos salariales como los percibidos por los tenientes de alcalde.
Paradojas de la vida, ahora VCD y Verdes están en el gobierno, y su actuación política poco o nada tiene que ver con lo que exigían con vehemencia cuando se encontraban realizando tareas de oposición. Una vez más, para desgracia del ciudadano-contribuyente, vuelve a ponerse de manifiesto eso de que no es lo mismo predicar que dar trigo.
