¿No estás si no se te oye?
Últimamente alguna de mis amistades me ha echado en cara que pese a mi inclinación por novelas que superan los mil cien gramos de peso, no haya sido capaz de leer la totalidad de los comunicados que el Partido Socialista de Villena envía a los medios de comunicación locales.
Generalmente disiento de tal afirmación: también echo mano de textos que apenas superan las cien páginas y que no dejan de proporcionarme deliciosos momentos además de terribles quebraderos de cabeza. Y aunque sea cierto que no sea capaz de hacerme con todos los comunicados semanales de dicha formación, diré en mi defensa que los alternos con los siempre sorprendentes comunicados de nuestro Partido Popular.
No quiero decir con esto que no me interesen en absoluto las innumerables comparecencias que el grupo socialista realiza, cumpliendo su cuota mensual, para poner de manifiesto el amplio abanico de deficiencias de nuestra ciudad y para poner en entredicho la labor que realizan las responsables y los responsables de cada concejalía (políticamente hablando, claro, que es donde está el fallo porque todo lo demás está bien, muy bien, al menos cuando su grupo estaba en el gobierno). Claro que me interesan sus opiniones pero son tantas. No es como la oposición que hace el PP, que en una aciertan y en otra meten la pata: así que tienen una media de cinco sobre diez, que dicen que es un aprobado. El caso es que hay ocasiones en que el PSOE acierta en la diana o se queda cerca y entonces nos encontramos con la despiadada respuesta de nuestro alcalde, el señor Esquembre. Siempre con más datos, siempre con ventaja, siempre evitando el grueso de la cuestión para centrarse en los errores de forma y fondo, siempre evitando facilitar más información, la relevante, la que él conoce y afecta de verdad al asunto. Y luego viene la contrarréplica del PSOE, y luego el derecho a tener la última palabra del Equipo de Gobierno. Y mientras, aquí, todas y todos con cara de tontas y de tontos, sin enterarnos de qué va el paño.
Tendré que reconocer que yo al menos ando realmente despistado. En primer lugar por la desconcertante estrategia planteada por el grupo Verde a la hora de facilitar información y de proponer participación; y en segundo lugar por la variopinta e indiscriminada estrategia de la oposición, que ni en el mejor de los casos logra ofrecernos una aproximación a los temas en cuestión. Parece un esfuerzo por hacerse notar, por hacerse presente. Y si bien tal postura ni me gusta ni me disgusta, lo que sí que no me parece de recibo es que desde la oposición las cuestiones realmente importantes para el presente y el futuro de nuestra ciudad queden encartadas con asuntos y rencillas relativamente triviales.