No hablemos de política
Cuando el director de este periódico me ofreció esta columna (imagino que o no estaba en pleno uso de sus facultades mentales o es que no encontró a nadie más) me hice el firme planteamiento de no hablar mucho de política. He estado repasando las columnas escritas desde entoces y me sorprende que no he hablado de otra cosa.
El caso es que no sólo escribo de política o mejor dicho, en clave política, sino que me he involucrado, casi sin darme cuenta, en la política activa de la ciudad. No, no lo digo con mala cara ni lo digo con pesar, al contrario,
Quienes me conocen saben que en muchas ocasiones he afirmado que, a mi juicio, el político local no es o no debería ser más que un ciudadano inquieto y con iniciativa, valiente en todo caso y con ánimo, ganas mejor dicho, de trabajar para la comunidad, es decir, para la ciudad.
Leía en días pasados en un foro de un medio digital una especie de reproche que un forista hacía a otro: Opinas de todo lo que pasa en la ciudad, te crees con derecho a hablar de todo, sea lo que sea. Y fíjese, amigo lector, que yo lo interpreté más como un halago. No era yo, esta vez, el objeto de esa crítica sino mi buen amigo Ramón y ganas me dieron de responderle al forista que así se dirigía a mi amigo y decirle que sí, que en efecto, cualquiera tiene el derecho a opinar de todo, de todo aquello que afecta a su ciudad porque, al fin y al cabo, si uno no siente como suyos los asuntos de la ciudad ¿quién los va a sentir?
De la expresión de una opinión, acertada o errada, cualquiera puede obtener más y mejor información para forjarse la suya, en todo caso, para bien o para mal, esas opiniones ofrecen un punto de vista que no podemos despreciar porque es la opinión de un vecino que tiene el mismo derecho a discrepar o convenir conmigo o con Vd. ante cualquier tema que afecte a la ciudad en general.
De todo hay, por supuesto, desde quienes no expresan opinión sino simplemente destrucción y enfadados con el mundo en general, disparan sus insultos a diestra y siniestra sin aportar opinión, ni valor. Tal vez, pequeños ante sus propios ojos, tratan de engrandecerse escribiendo esos insultos ya sea contra Los Verdes, contra los del PP o socialistas les da igual.
Al hilo de esto, aunque no relacionado con ello, estando en plena reflexión sobre estas actitudes, observé que EPdV había publicado una encuesta sobre la elección de Adela Serra como concejala del PP en sustitución de Juan Palao. No me parece ni bien ni mal que se solicite esa opinión a los lectores, lo que no acabo de entender es que haya un procentaje del 31% (en el momento de mirar esa encuesta) que manifieste no parecerle correcta esta elección.
Me quedé pensativo, llegué a valorar la posibilidad de que los mismos que votaban en el sentido expuesto fuesen los que antes dijeron que Paco Más no representaba la renovación del PP en Villena. Seguí pensando y al final creo que he llegado a la conclusión acertada: Quienes así se expresan deben pensar que la política es, ni más ni menos, un medio de vida temporal, no piensan que se trata de un ejercicio de sacrificio constante. Si tuvieran ocasión de trabajar al lado de Paco Más y Adela Serra, se darían cuenta de que aún hay personas dispuestas a hacer ese sacrificio, con ilusión, por Villena.