Apaga y vámonos

No somos nadie

Cosas de un chovinismo (creencia narcisista próxima a la paranoia y la mitomanía de que lo propio del país o ciudad al que uno pertenece es lo mejor en cualquier aspecto) más bien pueblerino y de andar por casa, nos creemos que nuestra Villena del alma es el centro del mundo mundial y todo gira a nuestro alrededor, cuando la realidad, tozuda, nos demuestra una y otra vez que no somos más que lo que somos, por mucho que se nos hinche el pecho cuando vamos por ahí y empezamos a hablar de festejos e hijos ilustres de los que –¿cómo es posible?– nadie tiene conocimiento.
El último ejemplo lo hemos tenido a raíz de la polémica por la utilización de la figura de Mahoma en las Fiestas de Moros y Cristianos, lo cual nos ha servido para comprobar que nuestra mayor expresión festiva y cultural, esa octava maravilla del mundo en forma de Cruz y Media Luna, el único tema de conversación para muchos y muchas, la razón de ser vital de más de uno… no es más, a los ojos del 99.9% de la humanidad, que tres topicazos acompañados por unos personajes extrañamente disfrazados y un poco de pólvora. Por si esto fuera poco, y para mayor escarnio de alguno, esos topicazos son siempre atribuidos a Alcoy, al parecer el único ejemplo válido a nivel planetario para intentar explicar qué son los Moros y Cristianos. De ahí que sean las imágenes de las fiestas de Alcoy las que están dando estos días la vuelta al mundo así como son alcoyanos quienes se han ido a desfilar a Nueva York con motivo de la celebración del Día de la Hispanidad.

Y es que Villena no existe, querida señora. Fíjese si seremos poca cosa que no somos capaces ni de conseguir que venga la televisión que pagamos con nuestros impuestos a retransmitir aunque sea un poquito de nuestras Fiestas. Más triste es aún recordar que, el pasado mes de agosto, se anunció a bombo y platillo por parte de la concejala Genci Estevan que se había remitido a todos los medios de comunicación nacionales un dossier de prensa relativo a nuestras fiestas de Moros y Cristianos para que vinieran a Villena a retransmitir nuestras fiestas. Habrá que ver qué hicieron con el dossier una vez recibido, digo yo, porque conocimiento sobre nuestras Fiestas, e incluso sobre nuestra propia existencia, me da a mí que tienen más bien poco.

Menos mal que ahí está nuestra gloriosa administración autonómica para recordarnos que somos iguales que el resto y formamos parte como el que más de esa unidad de destino en lo universal que es la Comunidad Valenciana. Hay que ver lo bien representado que me he sentido este año con motivo del 9 de octubre, una fecha crucial en nuestro calendario en la que nos han vuelto a recordar que la Comunitat es sol y playa, puertos y velas, nudos marineros y Copas de América. “La Fiesta del Agua” hemos celebrado este año según la prensa… Y yo pensando en el agua que Villena reclama desde hace 600 años y nadie nos quiere traer. Y también en el agua que se han llevado de aquí –que han vendido haciendo caja– las comunidades de regantes (perdonen la referencia, pero eso de decir “se nos llevan el agua…” en abstracto y sin ponerle ni nombres ni apellidos me da mucha risa). Y cayendo en la cuenta de que la Comunitat es mucho más que la costa, aunque a ciertas zonas del interior nos den por saco un día sí y otro también. Y también pensando que Villena no es nada. Y jugando a ser adivino me atrevo a decir que según pasa el tiempo cada día seremos menos a no ser que cambien mucho las cosas…

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