Apaga y vámonos

Nostradamus de andar por casa

“A finales de este año o principios de 2010 empezarán las obras de la piscina cubierta”, nos contaba muy ufano este martes el edil de Deportes, José Tomás Peralta, orgulloso de sacar adelante al fin –y con mucho retraso, todo sea dicho– uno de los proyectos más esperados y demandados por la ciudadanía.
Ojalá acierte y se cumplan los plazos anunciados, porque la verdad es que esto de ir poniendo fechas a los proyectos es un ejercicio de riesgo que sólo sirve para minar la credibilidad de los osados concejales que, cual Nostradamus, se atreven a lanzar sus predicciones futuras, que como es sabido fallan más que una escopeta de feria.

“Este verano es seguro que Villena tendrá las obras de la plaza de toros en marcha” escribía María José Hernández, edil de Urbanismo, el pasado 12 de marzo. El verano terminó el 21 de septiembre, y de las obras, res de res. Y menos mal que, desde hace unos poquitos días, las tiene en marcha, porque si no el choteo podía haber sido generalizado.

El 17 de enero de 2008, el conseller de Sanidad, Manuel Cervera, visitaba Villena y anunciaba la ampliación del Centro Sanitario Integrado. Le ponía precio –824.000 euros– y también se atrevía con el plazo –la reforma comenzaría en noviembre de 2008, para estar terminada en octubre de 2009–. Ahí queda eso. Lo último que sabemos al respecto es que, el 29 de octubre de este año, “faltaba la licitación de las obras”. Ahí queda eso también. Bueno, y también sabemos que los temores ante una posible pérdida de servicios son cada día mayores y que los propios profesionales se temen lo peor, porque la Generalitat no tiene un duro por mucho que Camps viaje en Ferrari.

El jueves 28 de septiembre de 2008, el entonces conseller de Medio Ambiente, el tristemente fallecido José Ramón García Antón, anunciaba en rueda de prensa, tras una reunión de trabajo con la alcaldesa, que “se ha concluido el proyecto y el estudio de Impacto Ambiental para iniciar las obras de la estación depuradora de aguas residuales de Villena. Supondrá una inversión de 7 millones de euros”. A día de hoy, esas obras no se han realizado, por lo que el agua sin depurar está siendo vertida en la Acequia del Rey, convirtiéndose en un auténtico problema medioambiental que, entre otras cosas, apesta a los pobres vecinos de Las Virtudes, que están más que hartos de las promesas incumplidas de los gobernantes.

La lista podría seguir, obviamente, salpicando a políticos y Corporaciones de todos los colores y de ayer, hoy y siempre –hospital, soterramiento, centro comercial, cines, zonas de ocio para jóvenes, industrias que generarán cientos de empleos…–, y en lugar de ser cada día más comedidos, los políticos siguen empeñados en vendernos burras que nunca llegan a donde nos prometieron, por más que baste un simple vistazo a las hemerotecas para dejarlos en ridículo. ¿Acaso se piensan que somos gilipollas?

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