Notas culturales
Dejamos el mes de agosto atrás, cabañuelas incluidas, con la aparente idea de que finaliza el verano. Una sensación producida seguramente por la irrupción en este tercer tercio del verano de las fiestas patronales de nuestra ciudad (a los anuncios radiofónicos me remito). Villena camina estos últimos días de agosto ahogada por las Fiestas, así deja perder lo que queda de verano (la conciencia de verano) resbalando por la pendiente de un embudo que conduce inexorablemente hasta el famoso localmente Día 4. La velocidad de la carrera hasta dicho día deja en el olvido un buen número de cosas, hechos, actividades que sucedieron durante ya aquel verano.
Yo, como cada año, ajeno a la seducción de tal deslizamiento, siento nuevamente aquello de lo que ya les escribí: que Villena llega en septiembre a su fin de año, al carpetazo y cuenta nueva.
Por tal motivo, como recordatorio, tinta que deje constancia, voy a compartir unas cuantas notas que he ido tomando hasta el momento. No tienen que ver quizás con las citas más relevantes: Semana de Cine o Festival de Títeres. Será que el paso del tiempo me vuelve más heterogéneo, o más subterráneo, o menos expuesto al tamaño de los titulares. Será otra cosa. Será que hay otras noticias que despiertan mi interés.
Uno. Como el lanzamiento del juego Roll Roll Pirate creado por Devilish Games, un trabajo del que el villenense David Férriz dice sentirse particularmente orgulloso y que está a punto de alcanzar el millón de partidas durante su primer mes. Yo tengo que decir que lo he probado, he jugado, he dedicado unos minutos al reto que proponen sus primeros niveles. Y aunque sea discutible que el Ministerio de Cultura acoja en su seno el universo de los Vídeojuegos, yo diría que por su facturación, yo sin decir que es Arte creo que sería una actitud idiota cerrar nuestra sensibilidad a sus propuestas, como sería hacerlo a las del diseño gráfico. De Roll Roll sólo diré que presenta un ejercicio pulcro y atractivo, que de un modo muy inteligente toma desde el principio una relación amable con el player, lejana de la hostilidad de otros juegos, igual que su jugabilidad resulta melodiosa, alejada de las brusquedades a las que nos acostumbran otros mini juegos.
Dos. A lo largo de las últimas semanas hemos podido divisar la figura del Asesor de Ocio en el descampado que está frente a la Plaza de la Virgen, al otro lado de las vías. Su presencia se debe a las labores de adecuación de los terrenos para acoger la Plaza de los Toros portátil para el atávico acto del día 7. No sé si será así, pero cada vez que circulo con la furgoneta por la desastrosa nueva carretera con carril bici incorporado y lo veo allí no puedo evitar recordar aquel poema de Lorca. El caso es que el poema no tiene nada que ver. Sólo recuerdo lo de las cinco de la tarde, y seguidamente pienso en la cantidad de trenes que interrumpen el cruce de las vías desde las cuatro hasta las ocho de la tarde en Villena. Creo que deben ser al menos seis bajadas de barreras y nueve o diez trenes haciendo sonar sus bocinazos al llegar al cruce. Dejando eso en la mesa que cada cual haga sus conjeturas, sólo queda esperar que tal día no se produzca ninguna tragedia ni con humanos ni con animales.
Tres. Pero no vamos a dejar al Asesor de Ocio. Porque nos queda otro asunto pendiente con él. Porque sabemos que fue músico además de pintor y creemos que por eso mismo conoce cuáles son las necesidades básicas de un grupo musical en el momento de hacer un concierto, más si resulta que se trata de presentar un disco, presentar un disco en su ciudad. Por lo poco que sé deduzco que o el Asesor de Ocio quedó muy tocado tras su apuesta por aquel Macroconcierto, o pone muy poco de su parte a la hora de apoyar un evento musical que no resulte un Macroconcierto. Pese a todo, pese a él, Noun actuará mañana sábado en el Pabellón Festero. Bajo mi consideración recomiendo buscar un lugar en primera fila o en el medio o Al final, aún con el mejor de los sonidos posibles, lo recomendable será comprar el disco, desde luego será la fórmula para escucharlos con el volumen y calidad que merece su trabajo, y de paso servirá para apoyar a Noun (mal que nos pese lo que se lleve Ramoncín sin pinchar ni cortar en el asunto).
Cuatro. Respecto a la polémica despertada por el Cartel de Fiestas Sin palabras. Nada que decir a quienes ponen a nuestra ciudad en ridículo ante el mundo y no me refiero al autor, por supuesto.
Cinco. Totalmente de acuerdo con las valoraciones de Juan Rubio, técnico de Juventud, sobre las actividades estivales. Pero surgen una serie de preguntas inevitables: si durante diecisiete años las actividades han funcionado y han sido satisfactorias, ¿cómo puede ser que año tras año se recorte el presupuesto de Juventud?, ¿cómo es posible que cada verano, todavía, se queden niñas y niños en la calle mediante ese invento del sorteo de plazas?; y por último: ¿alguien ha pensado en preguntar a madres y padres si tienen disposición a pagar algo más con el fin de no arriesgarse a que sus hijos o hijas se queden sin actividades veraniegas?
Seis. Queda desierto el concurso de diseño del Monumento al calzado para la nueva rotonda de la Morenica. Se puede llamar de muchas maneras aunque yo apostaría por decir que la iniciativa llegó en un momento inapropiado. Tan poco oportuno como para convertirse en el centro de la mofa tanto en el sector del calzado como en la cola del INEM.
Siete. Una buena noticia, para finalizar. Buena más para niñas y niños que para sus responsables: está a la venta el nuevo disco de Yoni Cantacuentos. Vuelvo a hablar sin conocer, pero seguro que Los viajes de Agualita, Agualosa y Agualeta hacen, como diría mi amigo Cprats, las delicias de la chiquillería. Un disco que padres o madres terminan por perder durante algunos días.