Apaga y vámonos

¿Otra oportunidad perdida?

Desde esta misma columna se ha reclamado a menudo el necesario arreglo del Paseo Chapí, escaparate de Villena para los usuarios del tren, puerta de entrada de nuestra ciudad y necesario lugar de esparcimiento injustamente abandonado durante años. Ahora el Paseo va a ser arreglado. Y yo no lo veo nada claro.
Me gustaría pensar que el proyecto ha contado con las aportaciones de los partidos políticos de la oposición. También que se ha consultado a las asociaciones de vecinos (no sólo a la del Paseo, pues la zona, emblemática, es de todos, o al menos debería serlo) y a los comerciantes y empresarios que tienen negocios en la zona. Me gustaría pensar, digo. Pero creo que ha sucedido justo al contrario, pues únicamente se ha pedido la valoración de aquellos que, rindiendo pleitesía, iban a decir “sí bwana”. El resto, ahí lo tiene. Esto es lo que hay. Y al que no le guste, que no mire.

Sin entrar a valorar la tipología de los maceteros, alcorques y luminarias, ni tampoco la ubicación de nuestros ilustres, voy a opinar sobre aquello que sí tengo mucho que decir, entre otras cosas porque lo sufro a diario: ¿Vamos a eliminar 40 aparcamientos más –no son los primeros– sin ofrecer alternativa alguna? ¿Alguien del ayuntamiento ha intentado aparcar en el Paseo o la estación un martes cualquiera? ¿Nadie es consciente de que la cuestión del aparcamiento se ha convertido en una auténtica tortura para los vecinos en los últimos años? En el hipotético caso de que los residentes importemos poco, apelaremos entonces a los visitantes: ¿Nadie ha pensado que el Paseo es también el aparcamiento de las 400.000 almas usuarias potenciales de la estación? ¿Ni en los obligados clientes de la Notaría o de Viarsa? ¿Ni en los muchos asistentes al Teatro Chapí venidos de Biar, Caudete, Elda, Yecla... que acaban aparcando en el Camino de San Juan o la Plaza del Rollo?

–Tráeme una empresa dispuesta a invertir 4 millones de euros en un parking con la que está cayendo –dirá el concejal del ramo, que es el que sabe de esto.

–Que lo construya el ayuntamiento aprovechando que levanta el Paseo –dirá Aure, que es un iluso que no necesita un parking de 700 plazas, pues cree que con 200 ó 300 sería suficiente; muchas se podrían vender –amortizando la inversión– a residentes a un precio ecuánime y evitando toda tentación de especulación (prohibiendo cual VPO su venta o alquiler durante x años, por ejemplo) y las restantes darían lugar a un aparcamiento rotatorio por horas gestionado por el propio ayuntamiento, al que otra cosa no, pero dinero le sobraba ahora gracias a los planes de ZP y Camps.

La cosa, para ir concluyendo, no daría más de sí que la queja de este ignorante escribiente por lo que considera que puede ser una nueva oportunidad perdida para Villena, pero resulta que hay más, porque para que el Teatro Chapí haga conciertos o actuaciones en la calle una vez… ¿al mes?, ¿al trimestre?, ¿al año?... se va a cortar al tráfico la calle Luciano López Ferrer, dirigiendo una enorme caravana hacia el Paseo, lugar en el que, a día de hoy, basta con que aparque un coche delante de Banesto durante tres minutos para que se monte un tremendo atasco, puesto que en tales circunstancias no pasa ni el furgón blindado de rigor. Esperen a que nos desvíen por ahí autobuses o camiones y verán cómo tenemos la diversión asegurada por el módico precio de 211 millones de pesetas, que es lo que cuesta una reforma que, a mi juicio, no se ha estudiado lo suficiente.

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