Vida de perros

Pamplinas

Nuestra España rezuma y apesta a Belén Esteban más que a vida consciente y honesta. Motivo suficiente para ojear la prensa rosa antes que los análisis que la prensa seria hizo sobre el discurso de D. Juan Carlos. Ni siquiera pasé por encima. Bastó con escucharlo de sus labios.

Un discurso tendencioso. Un discurso sobre la necesidad de un pacto para salir (nosotros/as, no la familia real) de la crisis económica. Lo dijo y los medios de comunicación le dieron cancha, y los buitres de las tertulias aplaudieron, y sólo algunos cerebros pensaron: ¿es que este hombre no conoce la diferencia entre los principios de las distintas ideologías del país? ¿Acaso existe interés por homogeneizar el poder limpiándolo de ideales? ¿Ensalzar la práctica sobre la teoría? En cualquier caso las palabras reales consiguen dar vida, notoriedad y hacer sentir como imprescindibles la existencia de grupos como Izquierda Unida, cuyas respuestas a los discursitos del rey vienen a ser el mismo “¿por qué no te callas?” que el legítimo lanzó a Chávez.

Reconozco que la única postura realista es la activa. La movilización. En Villena existen decenas de motivos por los que movilizarse. La señora Lledó decía no sé qué sobre lo ganado en las urnas. Pamplinas. Lo que a una persona le dan las urnas no es una patente de corso, ni una cesión de voluntad, de poderes. Las urnas conceden la esclavitud, la obligación de hacer un trabajo bajo la mirada, la crítica y la opinión de todas las bocas y los ojos que a fin de cuentas disfrutarán de los logros y sufrirán los fiascos. Ojos y oídos que son confundidos por este berrinche de patio escolar. Porque funciona igual abajo que arriba.

Por eso cuando en el turno de acusaciones de la señora Adela Serra (ex de policía) escuchamos las carencias de la policía local, y supimos que ella de su bolsillo había costeado la compra de cadenas para la nieve, no nos dio tiempo a preguntarnos: ¿Dónde pensaba enviar a las patrullas de nuestra ciudad? ¿A qué punto de Villena ha sido necesario acceder con cadenas alguna vez? Y discúlpenme la ignorancia. Porque sería ciertamente ridículo haber puesto dinero del propio bolsillo para una carencia que se encuentra en el apartado C de la lista de prioridades…

Pero Villena rezuma y apesta a sálvese quien pueda más que a sensatez y equilibrio. Los próximos y largos meses se perfilan entre declaraciones como las que vamos sufriendo. Tensiones marcadas por la relación entre Alcaldía y el Grupo No Adscrito al acercarnos a la fecha de cada Pleno. Una oposición a la que su jefe no deja dar la palmada en la mesa. Una oposición que corre el peligro pese a su deseo de convertirse ante los ojos de la ciudad en un personaje más de esta parodia. Pamplinas.

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