En Villena tenemos una forma peculiar de medir el tiempo, diferente al resto del mundo. Pues el nuevo año para un festero no comienza el día 1 de enero, sino el 10 de septiembre. Y, para mí, no pudo empezar mejor.
Desde aquel mismo instante en el que fui elegida Regidora, son muchas las personas que me recuerdan que un año pasa muy rápido y que he de vivir cada momento con gran intensidad.
El gran William Shakespeare decía: El tiempo es muy lento para los que esperan, muy rápido para los que temen, muy largo para los que sufren, muy corto para los que gozan, pero para quienes aman, el tiempo es eternidad.
En estos momentos, echo la vista atrás y es inevitable no esbozar una sonrisa al recordar todo lo acontecido hasta ahora, pues he vivido cada minuto como si fuera el último, he exprimido cada momento y cada acto al máximo, dando lo mejor de mí para representar a Villena con la admiración y el respeto que merece.
No quiero dejar de destacar la gran labor desarrollada por todos aquellos que trabajan por y para la fiesta, y agradecerles su dedicación y esfuerzo por hacer que nuestras fiestas de Moros y Cristianos se encuentren a la altura de las mejores, logrando que Villena brille con luz propia los primeros días de Septiembre.
Me siento orgullosa de ser villenera y de ser festera pero, sobre todo, de ser vuestra Regidora. Y es que para quienes aman, el tiempo es eternidad, y yo amo a Villena, amo sus fiestas y, por ello, este sentimiento y este 2018 serán eternos.
Villeneros, villeneras Estamos en tiempo de descuento. Villena se prepara para sus días grandes. Pronto será transformada, las calles cambiarán su ritmo, su apariencia, su aroma Os pido que liberéis vuestros sentidos y que os dejéis llevar por la alegría, la emoción y el sentimiento del momento. Demostrad el buen hacer con esa forma de desfilar única, dinámica e incomparable que nos caracteriza.
Os deseo de todo corazón que paséis unas fiestas inolvidables.
¡Viva la Morenica, viva Villena y
Día 4 que fuera!
