Para un transformador no aparecen todos los detalles
Cuando alguien tiene la cara y negligencia de acusar a un Equipo de Gobierno de responsabilidades que no son suyas se expone a que otros le digan de todo. Cuando quien critica ha sido alcaldesa y hurga sin vergüenza alguna está expensa a que alguien le declare ruin, oportunista o cualquier adjetivo nada recomendable. Celia Lledó cabalga de nuevo (ya alardeó Vicente Rodes de sus virtudes como jinete) sobre sus viejos marquesados, inculpando a los responsables actuales de que el nuevo recinto deportivo, con la piscina como principal reclamo, está sin abrir por ineptitud y dejadez. Pero al furibundo ataque hay que recordarle su enojo irresponsable.
No puede ser tan ligera Celia cuando luego intenta responder a una pregunta crucial. ¿Quién se olvidó de instalar el transformador ? Y en la contestación a la pregunta formulada dice que en los pliegos de condiciones no aparecen todos los detalles
. Sublime. El Gobierno del PP redacta el correspondiente Pliego de Condiciones sin especificar los pormenores más importantes. Porque el motor de un espacio público que se quiere inaugurar es su encendido eléctrico y sin él la obra es un insulto a la sensatez. Es como si en una sala de rayos X se olvidaran de aislarla de las radiaciones o se fabricaran coches sin surtidores de gasolina.
Si no aparecen los detalles más importantes, ¿qué va a ser de un pliego de condiciones? Pues que estará destinado al fracaso, o a la ampliación de crédito, o a la segura demora de su puesta en marcha. Si en el Pliego no aparecen todos los detalles y no hay nadie que supervise, que controle, que lea, que repare, que se dé cuenta de que falta algo tan necesario, ¿qué nos quiere contar Celia Lledó? Si el no es revisado por el arquitecto municipal, por el técnico acreditado, por el equipo que ha redactado las bases, ¿qué se puede esperar? Si ni siquiera los cargos de confianza de Celia indagaron, ¿de qué se queja ahora?
Lo que es cierto, para pesar de los organismos públicos, es que las empresas adjudicatarias de cualquier obra callan como mudos y por interés. Si la escritura del pliego peca de errores garrafales mejor no decir nada, que estando chito mejor para el negocio. Si la empresa denuncia un defecto de memoria va a tener que apechugar más por el mismo precio. Si cuela la torpeza municipal es preferible, porque será necesaria una modificación del presupuesto, y además como extras gananciales. Al fin y al cabo quien paga es el Ayuntamiento, es decir, los ciudadanos. Visto así cuanto más descontrol exista en un pliego, cuantos menos detalles contemple, mejor para la empresa, peor para el vecino.
No sé si queda claro y hay que volver a repetirlo, pero Celia acusa al Tripartito de unas consecuencias cuyos responsables son quienes meten el dedo ahora en el ojo, como Mourinho. Sin entrar a valorar el abaratamiento o el encarecimiento del uso de los servicios deportivos, porque el tiempo lo dirá, no es ético el juicio por la tardanza. El nuevo centro gimnástico podría estar activo desde el mes pasado, efectivamente, si no fuese por el desliz, inoportuno e imperdonable, del ANTERIOR EQUIPO DE GOBIERNO. Si los detalles se olvidan, para algunos es despiste, pero para otros es imprudencia.
Ese estilo de denunciar, que ahí queda, me parece de mala fe, por tanto con taimada intencionalidad. Y ya está bien de demagogias, de achacar a unos lo que los otros ya hicieron antes; peor todavía, de delatar al enemigo político las secuelas de la incapacidad de quienes acusan. Es como Aznar, que tilda a los del 15 M de extremistas de izquierda marginales, como si él fuera inocente de desaciertos y despilfarros. Si prevalecieran las cautelas se evitarían las réplicas.