Patriotismo y antipatriotismo
El Dr. Samuel Jonson decía en 1770 que quien realmente ama a su país ha de estar dispuesto a comunicar sus temores y sonar la alarma cuando percibe la proximidad de peligros.
Nuestro Presidente de Gobierno, como ya hizo anteriormente Felipe González en su última legislatura, nos reclama a la mayor parte de los españoles unas gotas de patriotismo por hablar en términos catastrofistas de la situación actual de la economía española. Somos antipatriotas por decir que la tasa de inflación es la más alta desde 1995, el 4,20%. Somos antipatriotas por decir que el paro ha subido el 5,80% y en número 106.674 parados y nos situamos en los mismos parámetros que Portugal y Grecia, y el Sr. Solbes nos hecha la culpa de que suban las cebollas, la leche, las patatas y un largo etcétera por consumistas, amén de por dar elevadas propinas, y nos dice que los precios bajarán a lo largo del 2008. Ya lo estamos viendo: hemos comenzado el año con subidas por encima del IPC en la electricidad, gas, agua, transportes y un largo etc. sin contar con la crisis financiera por las hipotecas subprime, que está provocando un encarecimiento del precio del dinero y por consiguiente de las hipotecas de la mayor parte de los españoles, y el Sr. Zapatero nos pide que seamos patriotas, que nos callemos, que no critiquemos su política económica.
Esto de su patriotismo ya le viene de lejos, son maniobras políticas. Pasó cuando las negociaciones con ETA después del atentado de la T4, negando a todo el pueblo español que se estuviera negociando con esa banda de asesinos y ahora en unas declaraciones al diario El Mundo por fin nos dice la verdad, pero claro, lo justifica diciendo que fue debido al deseo de instancias internacionales. ¡Qué pobre justificación a sus mentiras! Y los que en su momento decíamos que se estaba negociando con ETA con muertos sobre la mesa éramos antipatriotas.
Su patriotismo le lleva a decir que no va a condenar a compañeros de su partido que ganan elecciones en sitios difíciles (lo dirá por Odon Elorza) por no colocar la bandera de España en los edificios públicos, como lo contempla nuestra Constitución. Los que no pensamos así somos antipatriotas porque lo que buscamos con ello es una guerra de banderas. Su patriotismo le lleva ahora a plantearse la ilegalización de ANV y el PCTV cuando había pruebas irrefutables de su vinculación con Batasuna y ETA, y los que siempre hemos apoyado esta ilegalización somos los antipatriotas.
Su patriotismo le lleva a afirmar que de volver a salir elegido pasaremos a Francia en todos los números. No quiero ser antipatriota pero Francia nos saca 20.000.000 de habitantes, no creo que la ayuda por hijo de 2.500 provoque 20.000.000 nuevos de embarazos. Sí que podemos igualarlos en número de divorcios, que sólo nos llevan una diferencia de 25.068. Lo veo difícil en la producción de huevos, ya que Francia produce 1.040.000 toneladas y España 769.000 toneladas, y eso son muchos huevos, y los precios en Francia son bastante más elevados que en España salvo la leche, las baguettes y el pan de molde, así que mejor nos quedamos como estamos, golpe a golpe, verso a verso, como dice la canción.
Sea más patriota, Sr. Zapatero, y asuma sus errores, deje su narcisismo para tiempos mejores, no le pase como a Narciso, que se convirtió en flor y ahora que han cambiado el logo de su partido no vayan a tener que volver a poner el capullo de rosa en vez de la Z.