Perdón y solidaridad
El corazón de ZP alberga toneladas de perdón y de solidaridad. Virtudes que aplica con desigual rasero, al igual que todas las acciones de su gobierno. ZP perdona a los terroristas de ETA, mil veces asesinos, y se solidariza con los inmigrantes ilegales, desgraciados pero invasores. ZP nos obliga a que perdonemos a los hijos de puta de ETA bajo castigo de calificarnos enemigos de la paz. ZP nos obliga a ser solidarios con las víctimas de las mafias de tráfico de seres humanos transmitiéndonos el sentimiento de que España ha de ser el garante de los problemas de naciones soberanas como Senegal, Mauritania, Rumanía, Ecuador y demás. ¿Qué culpa tendremos aquí de que en Marruecos reine un dictador?
Todo indica que algunos dirigentes socialistas se reunieron con ETA quebrantando presuntamente el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo mucho antes de llegar al poder. Y no es presunto que en la actualidad Josu Ternera se pasea en coche oficial veinte años después de participar en el atentado de Hipercor, que Otegui es un respetable conferenciante, que HB participa en los plenos de los ayuntamientos vascos pese a haber sido ilegalizada, que el terrorismo continúa aumentando su intensidad y que todo está alentando el nuevo auge de la banda de asesinos.
También es un hecho confirmado que en España hay tres millones de inmigrantes, uno de los cuales está en situación ilegal a causa de la ineficacia de este gobierno de pastel; que sólo el uno por ciento de los que llegan de modo ilegal es repatriado y con trescientos euros en el bolsillo; que los restantes son enviados en avión oficial a las provincias de Madrid, Alicante, Valencia y Murcia; que mientras les llega esta hora malviven hacinados en los centros de acogida y que esto último es desmentido por el gobierno a pesar de la realidad de las imágenes que no emite Pedro Piqueras.
También es una realidad que ZP, De la Vega, Rubalcaba, López Garrido y Pepiño Blanco niegan que exista terrorismo incluso tras conocer la existencia de un herido en San Sebastián y el incendio de la estación de Rentería. Que nadie ose contradecir a los adalides de la paz y que todos nos pongamos a perdonar a estos gamberretes que carecen de mayor trascendencia.
¿Actúa así el gobierno por bondad o está siendo chantajeado? ¿Por qué no quieren investigar determinadas pistas sobre el atentado del 11-M? ¿Temen que pueda encontrarse una conexión entre los integristas islámicos y los etarras? ¿Temen que algún dirigente socialista pudiera aparecer en el enredo? Hemos de presumir la inocencia de los etarras y del ejecutivo, así como la mía propia. Sin embargo yo jamás me opondría a que me investigaran ni siquiera como presunto autor material de los atentados. ¿Por qué se oponen ellos? ¿Por qué a los que queremos conocer la verdad nos llama ZP miembros de la extrema derecha? ¿Cómo hemos de denominar entonces a los que han liado la madeja para convertir el sumario en el kiwi de la Bernarda?
¿Por qué no se mete ZP el perdón a ETA donde se metió el perdón para los asesinos de su venerable abuelo? ¿Por qué no se lleva los inmigrantes ilegales al jardín de Moncloa? ¿O las fincas de Rubalcaba? ¿O las casas de Caldera, Blanco, De la Vega o Gallardón? ¿Por qué no se solidarizan primero con las madres trabajadoras? ¿O con los parados de larga duración? ¿O con los pensionistas? ¿O con los agricultores víctimas de la sequía? ¿Por qué no meten su falsa solidaridad bajo la estatua de Largo Caballero? Y de paso, la llevan al desguace.