Periodo de Letargo
Mi obligación era, como la de todos mis compañeros columnistas, hacer un balance la semana pasada de lo más sobresaliente ocurrido en el año que ya se ha ido. Y les juro por lo que más quiero en esta vida, que son mis hijos, que me puse a la faena con mucha ilusión. Pero un par de días antes de mandarlo al periódico estaba bastante atascada.
Porque yo no quería hablar de lo que los demás hablaran, ni de los hechos que todos conocemos; si preguntamos por la calle a la gente seguro que la mayoría todavía se acuerda de que Celia ganó las elecciones, o de que se inauguró el vial de La Losilla, para todo eso la gente no necesita anuarios, ni que se lo recordemos para saberlo. Estaba yo contándole todas mis neuras a mi vecina la del cuarto, a ver si me daba alguna idea (porque tengo que confesarles que cuando estoy en blanco la suelo llamar a ver qué se le ocurre) cuando se metió en la conversación nuestra nueva vecina, la chica que vive desde hace poco en nuestro edificio, de cuyo compañero les hablaba yo hace unas semanas. Y la verdad es que me dejó no sé si peor que estaba, pero sin ganas de hacer balance anual sí, porque lo primero que me soltó fue qué más da que tú te marees en buscas otras cosas, si de lo que la gente quiere hablar es de lo que quiere hablar. En este pueblo solo hay dos temas de conversación, uno la Plaza de Toros, dos las vías del tren, no le des más vueltas Rosa que todo lo demás no interesa. La chica no me lo dijo con mala intención, se lo aseguro, pero me fui a mi casa, cogí los folios y los tiré a la papelera.
Así que con este análisis tan de andar por casa que hicimos las vecinas, me atrevo a asegurar que no hay que ir a ninguna médium para que nos adivine lo que va a pasar en este año que acabamos de estrenar. Desde ahora hasta el diez de marzo entraremos en un Periodo de Letargo en lo que asuntos del ayuntamiento se refiere, porque hasta que no sepamos en Villena quién va a ser el próximo Presidente del Gobierno aquí no se va a mover nadie. Después del diez de marzo y hasta que el nuevo le diga al Rey qué gobierno ha formado, pasaremos por el Periodo de Letargo II. Si el gobierno que saliera fuera del agrado de la alcaldesa todo se arreglaría, al menos de palabra. Pero si el gobierno que salga no es del agrado de Celia apañaos vamos, porque entonces nos vamos a tirar hasta el verano escuchándola, más a sus concejales que a ella, lo mal que nos va porque este gobierno no quiere a Villena. Pero de todas formas, sea el gobierno que sea, el periodo que va desde que se nombre el gobierno hasta las vacaciones de verano será el Periodo de Letargo III, porque claro, no va a dar tiempo en unos pocos meses a solucionarlo todo antes de las vacaciones. Después de las vacaciones llegan las Fiestas y entraremos sin quererlo en el Periodo de Letargo IV, que se prolongará necesariamente hasta que la última comparsa celebre su comida de hermandad. Y enseguida llegan las Ferias, la del Campo, la del Vino y la de los Caballitos, por lo que sin darnos cuenta estaríamos ya en el Periodo de Letargo V, que desembocaría de nuevo en las Navidades, donde necesariamente tampoco es que se pueda hacer mucho porque todos los sitios cierran en Navidad. Así que no me queda más remedio que darle en parte la razón a mi nueva vecina, vamos a seguir hablando de la Plaza de Toros que es lo que le interesa a la gente, la pague quien la pague.