Política cultural (y tres)
Insisto. El pasado fin de semana se representó en la Casa de Cultura de Villena el espectáculo City/Simcity, del que ya hablamos en Días Felices. Inma, Amadeo y yo la vimos en Alicante, durante la Muestra de Autores. Aquella noche coincidimos con Eva López, todavía directora de nuestra Kakv, en la recepción de la sala antes de entrar a la función.
Era la tercera semana de noviembre del pasado 2008. Estamos en la cuarta semana de mayo de 2009. Han pasado seis meses. Eva asistió a la representación como programadora y decidió contratarla para Villena. Seis meses. Si la Kakv navega sin dirección aproximadamente desde marzo. Seis meses
septiembre
¿qué grupo actuará en la Kakv en septiembre? ¿Quién habrá ido a verlo y habrá decidido contratarlo?
(Siento, Eva, ponerte de ejemplo, te lo agradezco). Sé que cuando Eva asumió la dirección de la Kakv sabía que tenía un gran reto por delante. Fue tan coherente que incluso se obligó a ir a Valencia para estudiar Gestión Cultural. Eso es responsabilidad y determinación. Creo que sería durante sus estudios cuando me comentó una idea acerca de dicho perfil: pensaba que una Gestora Cultural no tenía porqué saber (hablamos de un nivel avanzado) de pintura, de teatro ni de otras artes. Pensaba que había personas y colectivos en la ciudad con cierta especialización en estas materias y que la Gestión Cultural debía ocuparse de ese trabajo: comunicar productos culturales con intereses de la ciudadanía. Más tarde algo similar lo escuché en boca de una política. Y si no discutí con Eva al respecto, sin embargo sí lo hice con la política. Porque al hablar del trabajo de un Concejal de Cultura yo concedía que no tuviera demasiada voz en el terreno artístico o cultural en sí, como materia, pero creo que la lógica obliga, como lo hace en el caso de la Concejalía de Urbanismo, a contar con un equipo técnico, profesionalizado en el área, que pueda firmar o no las propuestas que presentan.
Igual que una arquitecta revisa minuciosamente un proyecto e informa a la persona responsable de su Concejalía, una profesional en Gestión Cultural estudia y propone e informa a su responsable. El hecho de que no exista en la actualidad una figura así en Cultura supone decir que el concejal está capacitado para asumir tal función. De acuerdo que en Villena contamos además con la figura del Asesor de Ocio y Cultura. Pero resulta que aquí también ocurre como en los equipos de fútbol, que es necesaria la figura del entrenador. Figura a la que se le aplaude o abuchea, a la que se le propone o exige. Figura con nombre y apellidos que se presente como responsable de la línea cultural de nuestra ciudad.