Apaga y vámonos

Presupuestando, que es gerundio

Todo llega en esta vida, señora, y por fin, con fecha 28 de julio (si nada lo impide, que escribo estas líneas antes del Pleno y vaya usted a saber), serán aprobados los presupuestos del ayuntamiento para el presente año, que después tendrán que pasar un periodo de exposición pública de 15 días (y el debate de posibles alegaciones) antes de entrar definitivamente en vigor. Vamos, que para ser rigurosos, más que “presupuestos municipales 2016” tendríamos que llamarlos “para el último trimestre de”.
Valoraciones personales al margen –me da que esto de vivir con presupuestos prorrogados es como hacerlo con un gobierno “en funciones”, es decir, que a usted y a mí nos va a ir igual de bien o de mal–, esto de los presupuestos me suscita varias dudas.

La primera tiene que ver con semejante retraso, que me lleva a pensar que el equipo de gobierno no se lleva tan bien como anuncia, porque no tiene mucho sentido que sea más fácil aprobarlos con un gobierno tripartito que con mayoría absoluta de un solo partido, que no tiene más que un programa que cumplir. Es cierto que nuestro señor alcalde no se cansa de repetir que son las cosas del gobierno, la normativa, los problemas burocráticos y bla, bla, bla, pero se ve que Rajoy y Montoro deben tener mucha manía a Villena, porque en Elda –que hasta donde yo sé también es España– aprobaron sus presupuestos en febrero. Y en Petrer y Novelda en diciembre de 2015, que ahí queda eso.

Lo cual me conduce a una segunda pregunta: ¿Por qué no hemos esperado un par de meses más, ya puestos, y aprobado a final de año los presupuestos de 2017 para comenzar a trabajar con ellos desde el 1 de enero? Lo admito: no acabo de entender tanta reunión, tanto presentación y tanta rueda de prensa para unas cuentas que solo van a durar tres telediarios…

La última cuestión gira alrededor de los famosos superávits, porque si no se han fijado, de un tiempo a esta parte se repite una constante en doble sentido: 1.- Nuestro concejal de Hacienda, que también es Esquembre, anuncia remanentes de la leche, de 5 o 6 millones de euros anuales, y nos cuenta lo buen gestor que es. 2.- Acto seguido, dice que Mariano es muy malo y que casi toda la pasta debe irse a pagar deuda. Y digo yo, en mi infinita ignorancia, ¿por qué no damos un superávit de 4 “kilos” en lugar de 6 y gastamos dos millones más durante el año en tapar baches, asfaltar calles o arreglar jardines, por ejemplo? ¿Tan sobrados estamos y tan bien luce todo el pueblo que vamos a devolver en 5 años una deuda prevista para 10 o 15?

No digo yo que no esté bien eso de ser austero y devolver lo que se debe, pero a este paso, y como dicen en mi pueblo, vamos a ser los más ricos del cementerio.

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