Editorial

Promesas peligrosas

En un escrito hecho público este mismo jueves, la concejal de Patrimonio y Urbanismo Residencial, María José Hernández, ha realizado un repaso a todo el proceso relativo a la rehabilitación de la plaza de toros, proyecto estrella del Partido Popular para la presente legislatura. La edil, con total rotundidad, ha asegurado que “este verano es seguro que Villena tendrá las obras de la plaza de toros en marcha”.
Nada más lejos de la realidad sería achacarnos la intención de poner en duda sus declaraciones, pero sí nos gustaría hablar sobre lo peligroso que puede ser para cualquier cargo político aventurarse a poner fecha a proyectos cuya resolución, en la mayoría de los casos, escapa al control municipal para depender de instancias superiores, pliegos de condiciones, concursos de adjudicación o, directamente, empresas privadas.

Imaginamos que la concejal tendrá los datos necesarios para haber afirmado de manera tan categórica lo que afirma, ya que de no ser así estaríamos hablando de un brindis al sol impropio de quien tiene la responsabilidad de gestionar lo que es de todos, pero no podemos olvidar otras declaraciones realizadas esta misma legislatura –también las encontraríamos en legislaturas anteriores, por supuesto– que, vistas ahora, con la perspectiva que da al tiempo, mejor podían haberse ahorrado sus protagonistas.

Sin ir más lejos, fue la propia María José Hernández, junto al edil de Urbanismo Industrial, Jesús Martínez, quien afirmó, ahora hace justo un año, que el centro comercial del Grec crearía nada más y nada menos que “2.500 puestos de trabajo”. Por desgracia, a día de hoy, el centro comercial ni está ni se le espera, y resulta especialmente sangrante recordar aquellas declaraciones en un momento como el actual, puesto que 221 villeneros se fueron al paro durante un mes de febrero trágico para el empleo. Tres cuartos de lo mismo podríamos decir de la piscina cubierta, anunciada para “después de fiestas” y cuyo concurso posterior quedó desierto para decepción de unos usuarios que, cada día en mayor número, se trasladan a Caudete para poder disfrutar de dicho servicio.

Generar ilusión y confianza es una necesidad imperiosa para la clase política, que en gran medida accede o conserva el poder, con independencia de los errores del contrincante, merced a todo aquello que “se hará”. No obstante, ningún político debe olvidar que el grado de decepción entre los votantes es directamente proporcional al tamaño de la ilusión generada previamente. Y el PP ha creado muchísima ilusión en Villena.

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