Rafael Hernández en ArtMadrid 08 y Galería Del Palau de Valencia
Del 13 al 17 de febrero se celebró en el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo de Madrid la III edición de ArtMadrid. Esta feria de arte contemporáneo se ha consolidado como el complemento perfecto a Arco, ya que centra sus esfuerzos en el mercado nacional y cubre dos ámbitos que aquella desdeña, como son la Vanguardia histórica y los valores emergentes.
Sus datos revelan su creciente importancia: más de 4.500 metros cuadrados, más de 25.000 visitantes y una estimación en ventas que podría sobrepasar los 25 millones de euros. En esta ocasión han participado 80 galerías, 59 españolas y 21 extranjeras, representando a más de 650 artistas de reconocido valor como Warhol, Tápies, Barceló, Plensa, Miró, Palazuelo, Carmen Calvo, Marina Abramovic, Kounellis o Calder. Uno de ellos era Rafael Hernández, que en esta ocasión estaba representado por Galería Marita Segovia de Madrid y Galería Del Palau de Valencia. En ésta última mostró dos pinturas de gran formato que tuvieron una excelente acogida por público, crítica y profesionales, como certifica que una de ellas fuera de las dos elegidas por el diario El Mundo para ilustrar la noticia en su suplemento digital Metrópoli.
Y es aquí cuando me interesa detenerme delante de estas últimas obras de Rafael. Para aquellos que estén algunos años (diría incluso solo meses) sin contemplar su inquieto trabajo, puedo asegurarles que supondrá una intensa y emotiva sorpresa, pues estos cuadros de grandes dimensiones, individualmente o formando dípticos, trípticos y combinaciones más arriesgadas como intervenciones en los espacios expositivos, abren una puerta transitable al complejo mundo de su intereses creativos. Y digo transitable porque estos accesos se nos ofrecen seductoramente llenos de color y con formas persuasivas para que nuestra vista (pero también nuestro cuerpo debido a la relación igualitaria de escala entre nosotros y las obras) entre suavemente al espacio que abren. Pero una vez allí dentro la telaraña conceptual ya no nos dejará escapar, y nos obligará a recorrer esos espacios buscando claves que nos ayuden a dar el siguiente paso, a entender lo que solo se intuye, a coligar historia del arte y vida privada, a sobrellevar emociones y presentimientos. Estas claves, como las notas de un psicoanalista, están dulcemente envenenadas y recurren, como un proceso orgánico de supervivencia, a todo lo que Rafael encuentra a su paso, pero convenientemente asimilado después de una digestión lenta e intencionada. El resultado es una experiencia sensitiva entre la hipnosis y la conciencia de la que no se regresa intacto.
Galería Del Palau
Pero no deben lamentarse si no pudieron asistir a ArtMadrid 08 para ver la obra de Rafael Hernández, ya que también podremos contemplarla próximamente en la muestra de obra gráfica que la Galería Del Palau de Valencia dedica a un heterogéneo grupo de artistas de contrastada importancia. Será a partir del 26 de febrero, y en ella se podrán contemplar obras de Equipo Crónica, Adami, Manolo Valdés, Antonio Saura, Eduardo Arroyo, Luis Gordillo, Rosa Torres, Pablo Noguera, Pascual Gómez y Rafael Hernández. Una ocasión más para ver la obra gráfica de Rafael, que da buenas pistas del sustento conceptual de su trabajo, dialogando con las creaciones de otros artistas consolidados.
No acabará aquí la intensa actividad expositiva de Rafael Hernández, pues hay en gestación varios proyectos, entre los que destaca por su proximidad en el tiempo una itinerante por varias salas de la provincia de Alicante. Será una escala más en el viaje que este autor nos proporciona a los que le seguimos con expectación.
