Resulta que esta semana toca escribir una columna a modo de resumen, recopilación o conclusión de lo sucedido en Villena durante el 2008. Como el año pasado, me dice Carlos Prats con su cara de no me marees la cabeza, cara que se le va quedando como una de sus favoritas.
Luego recuerdo que tiene razón, pero también recuerdo que el año pasado yo no participé en el número recopilatorio del periódico. Y este año igual, me dice Carlos con la cara de NMMLC, si quieres escribes y si no pues no escribas. Y entonces, elipsis temporal, me he puesto a escribir. Leo lo que llevo escrito y al igual que ustedes ahora veo que de momento sólo he escrito sobre el porqué estoy escribiendo.
Entonces se me ocurre dedicar una ovación a mis compañeras y compañeros de batalla en esta aventura semanal (a todos menos a uno, como se suele decir). No es una mala idea. Después de todo lo que he criticado algunas de sus aportaciones a lo largo de todo el año (¡Ups! Quizás eso no debería haberlo dicho), creo que es un buen momento para darles un poco de coba. Comenzaré por el principio y luego iré a mi bola. Diría del Observador que admiro su habilidad para desarrollar discursos ágiles y entretenidos, o de Andre su perversidad para sintetizar la actualidad semanal. Elogiaría las armónicas composiciones de Mateo, que consiguen hacernos flotar sobre sus frases sin restarles furor, dolor, amor o melancolía. Diría que me dan fuerzas las indomables luchas de Isabel, esas que la enfrentan con terribles y desgraciadamente cotidianos monstruos. Elogiaría la generosidad de la inconmensurable digestión cultural de Ortiz; también las sistemáticas negritas de Prometeo, que esquematizan su disección sobre los temas de actualidad.
Elogiaría la aparente simplicidad de las viñetas de Raúl y Miche, incluso las disparatadas temáticas de Valdés (Gente de ), que traen a la actualidad lo que a veces se nos escapa. Felicitaría a la mente que esconde la sección de Situaciones Inestables, también a la que esconde la frescura y la dialéctica de Rosa Avantis. Por supuesto alabaría el indomable dedo de Aureliano y su destreza para encontrar la llaga. Y me dejaría muchas cosas que sumarían azúcar a esta pastelosa columna: las colaboraciones de Úbeda, de Bernardo Ugeda, CCC, Rosalía Sanjuán, Paco Tomás (siempre enorme), Rafa Román, Fabiola Pero queda poco espacio y muchos nombres, sobre todo los del equipo que realiza el semanal (Carolina González, v.g.).
En fin, para todos y todas, igual que para todas las queridas personas que nos leen, un único mensaje: A ver si movemos el culo y conseguimos que todo sea mejor en adelante. Que si no ponemos un poco más de esmero tendré que escribir otro merengue en el 2009.
