Vida de perros

Recuperemos La Plaza…

Escucho cada cierto tiempo, con una mezcla de sorpresa y racional comprensión, las demandas que el grupo en la oposición presenta en los Plenos Municipales con referencia al uso de La Plaza. A nadie se nos escapa que el glorioso edificio se levantó durante su etapa en el gobierno de la ciudad y que su representante regional, con una amplia sonrisa, se dirigió a su compañera de partido y máxima representante de Villena en aquel momento, para decirle: “Permíteme, Celia, pero esto lo pago yo”. La crisis ya estaba aquí, y esas miles de personas hoy imputadas o acusadas estaban haciendo entonces lo que hoy sabemos y padecemos.
No eran buenos tiempos, pero todavía no había país, región ni ayuntamiento intervenido como lo hubo luego, o sea, ahora. Pero el entonces presidente Zapatero abrió la caja y hubo disposición de crédito para “remontar la economía”. Y, ¿qué hacer cuando se tiene dinero? ¿Pensar en prevenir, en guardar para tiempos peores o abocarnos al Gran Despilfarro Final? No es necesario, queridas personas, que les cuente el resto, ¿verdad? Y así Villena se unió a ese gran número de ciudades españolas con infraestructuras desorbitadas y caprichosas, además de inútiles como una mesa con vajilla de oro en una casa con la despensa vacía. Al menos en el cuento el corazón del Rey Midas se rompió por la pena, pero en esta vida que vivimos, ya menos real que la resolución de algunas pantallas, ni se ha roto un corazón ni se le ha caído a nadie la cara de vergüenza.

Pero volvamos al asunto de la recurrente reclamación del Partido Popular sobre la ampliación del uso de La Plaza, en esta última ocasión solicitando la contratación del personal necesario para el funcionamiento del edificio. Volviendo a dicha moción no puedo dejar de pensar en la necesidad de plasmar el calendario anual de actividades socioculturales de nuestra ciudad. Quiero decir, que si dibujáramos un calendario en un muro que pudiéramos abarcar a lo largo y ancho de un simple vistazo, y allí colocáramos todas las actividades que las distintas áreas de nuestro ayuntamiento, así como las iniciativas privadas de asociaciones y empresas, desarrollan en Villena… Si entonces consideráramos no solo el número de actividades, sino el número de participantes y el uso de recursos y espacios…

Y si con esa visión global del panorama cultural de la ciudad alguien tuviera la certeza de que existe una “imperante” necesidad de desarrollar una nueva programación cultural donde incluso se hiciera necesaria la contratación de un grupo de trabajo estable: administración, equipo técnico, mantenimiento, limpieza… Una adecuación de las instalaciones, una inversión en equipo técnico y de tramoya. Si alguien tuviera la certeza, lo certificara, lo explicara con razones plausibles que consideraran todo lo anterior para crear una nueva programación que no se solapara con las existentes… Entonces, y solo entonces, con la razón por delante, yo me pondría de su lado.

Mientras tanto estoy en otro sector, en el que cree que las mociones llevadas a Pleno para el uso de La Plaza no son más que apologías para justificar tanto su caprichosa construcción como sus consecuencias: los mayúsculos intereses que pagamos a causa de una deficiente administración que no solo es incapaz de cumplir con el pago de sus caprichos electoralistas –publicidad a costa del dinero común–, sino que tampoco es capaz de cumplir con su juramento constitucional sobre sus obligaciones y nuestros derechos. Una pésima administración que ha elegido gastar en pitos y flautas el montante que pertenecía a nuestra cultura, nuestra educación y nuestra salud, demostrando su indiferencia por nuestras vidas y el desprecio por su “profesión”. Mientras tanto estaré en este lado, esperando que para la próxima ocasión, en lugar de ilusiones traigan ustedes números y letras, traigan razones.

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