Reglamento municipal de participación ciudadana de Villena (y Uno)
Pues bien, se presentó hace pocas semanas el último borrador de lo que será en resumen el próximo Reglamento municipal de participación ciudadana de Villena. Y si el título ya les ha aburrido, queridas personas, esperen a ver el resto. Porque una vez que comiencen a bucear en el mar de redundancias y de lenguaje administrativo probablemente, tal y como me sucedió a mí, se sorprendan al encontrar en el texto frases en las que manifiestan su intención de hacer la información más accesible y comprensible para la ciudadanía. Obviamente no es así en este documento de treinta y cuatro páginas. Así que permítanme comenzar poco a poco.
La lectura del documento, ya les digo, nos conduce a través de un mar de intenciones que podría resumirse en un lago de modestas dimensiones una vez eliminadas las reiteraciones burocráticas. Y así nos sumergimos en una aparentemente completa estructura piramidal con nuestro alcalde situado en el vértice superior, las concejalías cubriendo los pisos inferiores y una serie de consejos, comisiones, foros y demás artilugios mediando entre la Administración y la ciudadanía. Todo esto aderezado con una serie de cargos de nueva adjudicación ocupados de la mediación, defensa y demás menesteres propios del acto participativo.
Mención especial dedicaré a los capítulos dedicados a las asociaciones, puesto que en ellos la voluntad de orden y control deja a la altura del betún la expresión ser más papista que el Papa. Resultan de una visión más que generalista aglutinadora, que subraya la intención de sistematizar de este reglamento, sin mostrar el más mínimo interés por las particularidades que se dan según los ámbitos de actuación de las asociaciones, aglutinando, censando y prometiendo un pretencioso galardón de Utilidad Pública a aquellas que se porten bien. Hablaremos del asunto con mayor detenimiento, porque tras varias lecturas me llega a resultar incluso insultante y extralimitado también legalmente el modo en que dispone sobre las asociaciones, dedicadas a lo que se dediquen y tengan la antigüedad que tengan.
En fin, espero que no les aburra el asunto, porque el presente reglamento va a dar más juego que aquella Ordenanza reguladora de los locales juveniles y locales de ocio en el término municipal de Villena que como podemos comprobar día a día se viene cumpliendo a rajatabla. Y es que no sé qué manía tiene este gobierno por la regulación, con carácter sancionador e impositivo, que no ceja en su dedicación a ello (la Ordenanza el uso de locales y espacios municipales y el préstamo de material municipal será la próxima, por si no lo saben). El caso es que hasta el momento de poco ha servido tanta letra, por muy legal que sea. Y el día en que alguien decida ponerla en marcha me temo que se va a montar la marimorena. Seguimos en breve.