Sabéis que hablo de mierda
Alrededor de todas estas discusiones sobre lo imposible: que haya derramamiento de sangre en La Plaza villenera; alrededor de las embajadas en Fitur, la presentación de la página digital de la poesía de AmalioGran, alrededor del desfile de animales o del de carnaval; alrededor de las Fiestas, Pascuas, festivales musicales, fiestas de Moros y Cristianos, Navidades. Alrededor de nuestras mañanas, tardes, noches, días de campo o cerveza en un terraza. Alrededor de todo, en Villena, está ese desconsiderado e insistente olor a mierda. Y ya no es siquiera mierda sino hedor implacable, ácido y pegajoso, cuya larga estancia en nuestra ciudad le hace merecer incluso una calle.
En estos días finales de enero por ejemplo hemos tenido la oportunidad de deleitarnos con el aroma de millones de cabezas de gambas y langostinos podridos de media provincia. Y es que Villena sigue soportando basuras que exceden su competencia territorial sin visos de solución posible. Son demasiados años, demasiada basura y escasa credibilidad en el tratamiento al que se somete este producto. Es un mal con el que han tenido que lidiar gobiernos de todo signo y sobre el que ninguno ha conseguido imponerse. Así que no vale, porque además no sirve para nada, ese reparto de culpas entre partidos, sino que necesitamos soluciones serias, necesitamos plazos para poder ver algo de luz en este asunto y no sentirnos como una tierra condenada a la peste.
No entiendo por otro lado las críticas al único movimiento ciudadano que tuvo algo de relevancia, que fue expresión de un malestar y que tuvo un apoyo masivo: la plataforma contra las basuras. Se dice que se politizó y se dice que el pueblo fue abandonando ¿...? su ímpetu para participar en acciones y movilizaciones, sea como sea era y es un movimiento más que necesario para servir de interlocutor y para hacer presente en la prensa foránea nuestro problema, que es el problema de la región, de la provincia y de toda España. Me alegraría que se reactivara esta u otra plataforma similar que apueste por la acción y la visibilidad, que consiga obtener respuestas de la empresa de basuras como de nuestro alcalde y actual presidente del consorcio. Porque no solo es el olor insoportable, sino también cómo están afectando estas millones de toneladas de basura a nuestras tierras, nuestros acuíferos y posiblemente a nuestra salud (de qué si no esas alergias o esos espontáneos virus estomacales que aparecen asiduamente en Villena).
Respecto a lo que afecta esta situación al turismo no puedo pensar sin avergonzarme, porque si huele en nuestras calles, huele en el castillo y huele mientras almuerzas por ejemplo en el mirador de Las Cruces. Hay que buscar soluciones, apostar por la miniaturización de los vertederos, que cada localidad se ocupe de lo suyo, de modo que sea más sencillo separar y reciclar. Hay que apostar por la lucha en unidad, porque es un problema de todas y todos, es un problema para nuestro entorno y para nuestro futuro.