Salesianos y Paulas, contra la Ley Celaá

¿Quiere usted decir, Sr. Cínife (o Sra., porque con el seudónimo oculta su identidad) que quien tenga a sus hijos en los Salesianos o las Paulas (por cierto, colegios con exceso de solicitudes de ingreso/lista de espera) debe, además de pagar con sus impuestos la enseñanza pública, pagar él solito la de sus hijos? Si esto le parece coherente, no siga leyéndome. Si, por el contrario, realmente cree que las cosas no pueden ser así y que el Estado debe permitir la libre elección de centro (lo que, por otra parte, todos los padres -yo tengo 4 hijos- queremos) convendrá conmigo en que es obligación del Estado, que tiene el deber de garantizar la enseñanza obligatoria, financiarla. No sé si con los actuales conciertos, mediante subvención parcial (que parece que no se quiere cuando se ‘persiguen’ las aportaciones de los padres), cheque escolar y que cada uno lo gaste donde prefiera, o cualquier otra alternativa. Lo que está claro es que no se puede negar la realidad de la situación actual. ¿Se ha preguntado usted que pasaría en Villena si desaparecieran los Salesianos, las Paulas, las Carmelitas y el Colegio de Educación Especial de APADIS (que también es concertado)? ¿Y si nunca hubieran existido? Es obvio que se necesita un pacto de estado y una Ley Orgánica de Educación que responda a las necesidades de un país y no a las ideologías imperantes en cada momento y que respete el dictado de la Constitución del 78 (Artículo 27.1. Todos tienen el derecho a la educación. Se reconoce la libertad de enseñanza. 2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales. 3. Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones. 4. La enseñanza básica es obligatoria y gratuita). Pero es evidente también que falta voluntad política y sobra sectarismo. Una pena, penita, pena… Saludos. Carlos Hernández. PD: Dejaremos para mejor ocasión lo de la supresión de la Educación Especial (en lo que APADIS puede dar lecciones) y la discriminatoria financiación municipal de gastos de colegios públicos cuando no se hace con los concertados, que también son villeneros.