Se ha roto la olla
Si dejamos de lado las iniciativas políticas contra los toros, contra las obesígenas hamburguesas, contra el consumo del peligroso vino, contra la bollería escolar, contra el disfrute del aire acondicionado, contra los chiringuitos de playa, contra los crucifijos, contra los fumadores, contra los internautas, contra los conductores y a favor de que se pueda abortar a los dieciséis años sin autorización de los padres, no cabe duda que a partir de aquí las acciones de ZP y Rubalcaba -tanto monta monta tanto, de Rubalcaba y ZP- que más hondo han calado en el corazón de los españoles han sido las encaminadas al logro de la Alianza de Civilizaciones y a la implantación de la Economía Sostenible. Sólo comprendiendo estas razones se puede comprender el por qué este Ejecutivo está gobernando contra el pueblo.
Aquí todo el mundo es bueno, las bases de los partidos son muy sufridas y por eso quiero exponer que considero la existencia de la sima de Montespan entre la pertenencia de esta cúpula de élite política del partido, del sentido de pertenencia del contingente que forman las bases del partido, que merecen todo mi respeto y que lo único reprochable si acaso es la aquiescencia con la que están tragando con el peor inquilino que ha tenido el Palacio de la Moncloa. Así que, por favor, no se tomen estas opiniones por lo personal, porque esto no va con ustedes más allá de que podría ir una crítica a Florentino para con los hinchas del Real Madrid. No obstante, tomo a cuenta que en los dos partidos políticos mayoritarios existe un amplio número de hinchas y cuando llegan las Elecciones Generales ambos parten en teoría con 10 millones de votos fueren cuales fueren sus fechorías.
Según este Gobierno, el camino para alcanzar la economía sostenible debe pasar porque los españoles debemos consumir menos combustible mientras que las caprichosas escalas aéreas del Presidente cuestan 15.000 euros por unidad, o haber gastado más de 250.000 euros en pegatinas para parchear las antiguas señales de limitación de velocidad, o que el tramo de exceso de la misma comprendido entre 110 y 120 no conlleve retirada de puntos y se limite a 100 euros de multa por ración.
Según este Gobierno, el camino para alcanzar la Alianza de Civilizaciones debe pasar por hechos como el cierre al culto de la Basílica de Cuelgamuros o el asalto de la chusma a la Iglesia Católica del Campus de la Universidad Complutense, en esta ocasión con el agravante de que los propios asaltantes han documentado su hazaña con videos y fotografías suficientes como para que la Fiscalía las considerase como una confesión de parte en virtud del artículo 524 del código penal. Pero ni el Rectorado hizo nada por evitar ni la Fiscalía tiene la menor intención de incoar.
La economía será sostenible cuando desaparezcan la casta política e instituciones de despilfarro. Las civilizaciones no podrán aliarse hasta que la chusma tenga el valor de actuar así en una mezquita.