Todo se rompe
Aunque uno pase desde que se levanta por la mañana intentando evitarlo, echando mano incluso del desarrollo del Mundial de Fútbol donde ya no estamos, no consigue esconderse de las noticias de actualidad, digo noticias, queridas personas, por llamarlo de alguna manera.
Y es que desde que el partido Podemos consiguiera representación en el Parlamento Europeo parece que todo se rompe. Como si no se estuviera rompiendo antes, o como si no estuviera ya roto antes incluso de que presentaran su candidatura en estos comicios. Todo se rompe en este Apocalipsis que vivimos y que todavía colea. Aunque lo único que se sigue rompiendo son nuestros derechos y nuestra libertad (como la que propone ahora don Mariano y su idea de que en cada municipio gobierne el partido más votado, negando así la representación de la mayoría en forma de coalición).
También en Villena se rompe todo. Dicen que se rompe todo. Se rompe el tripartito. Y se rompen cada uno de los partidos que lo componen: se rompe el PSOE, se rompe VCD y se rompen Los Verdes. Pero también se rompe el Partido Popular local, según fuentes tan autorizadas como las que hablan del resto de rupturas. Y quizás sea lo mejor: que todo se rompa, que todo quede hecho trocitos y que tengamos que montar todo de nuevo. Pero de otra forma, espero, porque ya se nos ha quedado claro cómo funcionaba todo antes de romperse.
Son habladurías fundamentadas en pequeños detalles, lo sé. Se ha dado el pistoletazo de salida a los próximos comicios municipales y nacionales y comienzan a aflorar los nervios. Por experiencia sé que de aquí en adelante vamos a escuchar las mayores barbaridades que podamos imaginar, como por experiencia sé que la necesaria reestructuración de los diferentes grupos políticos provocará las oportunas tensiones internas. Por eso y porque en realidad aquí en Villena convivimos en vecindad creo que no podemos dejarnos llevar por la rumorología más o menos interesada alguna incluso perpetrada según los dictados de Maquiavelo. Pero este es el circo que se está preparando y que no tiene nada que ver con los problemas reales de nuestra ciudad, y es el circo que no podemos consentir, al que no debemos dar pábulo.
Por mi parte prefiero dejar que todo se rompa y se reconstruya a su aire. Prefiero esperar posturas y propuestas que se manifiesten en los Plenos Municipales en lo que queda de legislatura. Prefiero escuchar y leer los programas electorales de cada uno de los grupos políticos, considerar su grado de verdad y de potencialidad. Prefiero tener un verano tranquilo, un verano de caracoles en nuestras fantásticas terrazas o, llegado el momento, de sardinas con vistas al mar.