Un agresor sexual viola a otra mujer a los tres días de obtener la libertad vigilada
El interno protagonizó un incidente en la prisión de Villena en agosto por el que se investiga a varios funcionarios de forma interna y en un juzgado
Salió de la cárcel el pasado día 17 tras cumplir condena, pero con una pulsera telemática, dado que tiene una orden de alejamiento de la mujer a la que agredió sexualmente en 2016. Tres días después, otra mujer denunció que un individuo la había intentado violar cuando iba a su casa en Tarancón (Cuenca). La joven, de 22 años, logró escapar, aunque sufrió tocamientos.
Horas después, la Guardia Civil localizó al sospechoso cuando caminaba por la A-3 a la altura de Villarrubio. Cuando fueron a identificarlo, comenzó a correr, saltó una mediana e intentó fugarse. Durante la detención se resistió y agredió a uno de los agentes.
Al consultar sus antecedentes, comprobaron que el individuo, marroquí de 24 años, había salido de la cárcel de Estremera el 17 de octubre, después de pasar cinco años en prisión por otra agresión sexual cometida en Elche (Alicante), en 2016, entre otros antecedentes. Por el delito sexual fue condenado a tres años y nueve meses de cárcel. Había cumplido la pena, pero tenía que llevar una pulsera para controlar la orden de alejamiento de la víctima, en vigor hasta el año próximo.
Instituciones Penitenciarias alertó de que había perdido el contacto con el dispositivo horas antes de cometer supuestamente la segunda agresión y que la pulsera posicionaba en Tarancón, según informó 'Nius'.
El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Tarancón ordenó de nuevo su ingreso en prisión por agresión sexual y quebrantamiento de medidas. El día 22, cinco días después de obtener la libertad, volvió a la cárcel, esta vez a la de Cuenca, según confirmaron a ABC fuentes de Instituciones Penitenciarias.
Incidente en Villena
El interno acumula un largo historial de incidentes en la cárcel, derivados de su patología, según fuentes penitenciarias. Estaba adscrito al programa Paiem para tratar enfermedades mentales en las prisiones.
El más grave de esa ristra interminable de altercados ocurrió el pasado 16 de agosto cuando tres funcionarios de Villena (Alicante), el centro donde cumplía condena, denunciaron una salvaje agresión con una escoba y a golpes por parte de un preso peligroso. Presentaron parte de lesiones, pidieron la baja y se abrieron sendas investigaciones: una interna y otra judicial. A ambas se aportaron más tarde las imágenes grabadas ese día en el pasillo de la zona de aislamiento.
Los inspectores de Instituciones Penitenciarias tras ver las imágenes consideraron que las versiones de los funcionarios y lo que grabaron las cámaras no coincidía. El interno los embistió, insultó y amenazó pero la reducción del preso provocó que se abriera una investigación interna y otra judicial.
Autora: Cruz Morcillo. La noticia completa, en ABC.