Opinión

Vacaciones en las redes sociales

Y llegó el momento en el que no dejamos de ver en redes pies divirtiéndose en la playa, en la piscina, en destinos maravillosos, en cualquier lugar que huela a vacaciones... Este fenómeno, que se viene llamando postureo (bautizado como “piestureo” por algunos), es típico de estas fechas, y es que somos incapaces de dejar de compartir esos momentos especiales que nos hemos ganado a pulso con el duro trabajo de todo un año.
Las redes sociales acusan nuestras vacaciones de varias formas. La primera es que la actividad baja, no hay tanta interacción, sobre todo, si hablamos de temas más o menos “serios”. Parece que durante estos meses tenemos la mente a otra cosa y preferimos otros temas distintos. Necesitamos resetearnos y desconectar también de las redes, al menos de su aspecto más profesional. Sin embargo, algunas marcas y empresas realizan estrategias para estas fechas a través de promociones o actividades que no llevan a cabo durante el resto del año, a fin de compensar este decremento y conseguir justificar el alcance logrado durante los meses estivales. Y la estrategia funciona, con algunos peros.

No sé si habéis notado que ahora hay muchísimas promociones y concursos, tantos que a veces nos abruman. Sin embargo, si conseguimos ligar estos concursos con algo muy apetecible, algo que huela a vacaciones o a diversión, tendremos buena aceptación y conseguiremos el objetivo, mantener la atención en nuestra marca.

Además, las redes sociales durante los meses estivales se transforman y son un cúmulo de momentos felices. Aunque no debemos olvidar que detrás de estas publicaciones se esconden muchas realidades. Sin ir más lejos, esta misma semana, en las noticias veía un reportaje de los hoteles que se están poniendo de moda. Estos hoteles te invitan a desconectar de la tecnología para disfrutar de unos días de descanso sin móvil, sin Twitter, Facebook o Instagram. Precisamente esta última red social era la que echaba de menos la protagonista del reportaje, que se veía incapaz de compartir una imagen de la fantástica piscina en la que estaba a punto de sumergirse. Y es que nos gusta compartir nuestras alegrías y parece que si no las contamos, son menos. Esto es peligroso y debemos saber desconectar y disfrutar de los momentos sin tener que contarlo todo a los demás. A nivel psicológico, al igual que en otros muchos niveles de la vida, lo que vemos y compartimos en redes nos va construyendo, va construyendo mi marca, la que ven los demás, pero también construye en nuestro interior sin que a veces seamos totalmente conscientes de ello.

¿Compartir en redes? Por supuesto que sí. Son una herramienta poderosísima, pero una herramienta. Disfrutemos y compartamos pero no olvidemos que lo que transmitimos sólo es una parte de nosotros o de otros, la parte que queremos mostrar.

Si te dedicas a esto debes seguir, por supuesto, presente, pero no te olvides de desconectar y disfrutar del mundo exterior, que es mucho más “slow” que el mundo de las redes sociales.

¡Feliz verano!

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