Vida de perros

¿Veredes? (¿Eso qué es lo que es?)

Fue el pasado viernes por la tarde, subiendo por la calle de la Virgen con Don S. a hombros de camino al local villenero donde ya no se puede fumar, cuando me encontré con Pachi, Don Javier Esquembre, concejal villenero por el grupo Verde. De modo que incapaz de resistirme lo abordé en plena calle para preguntarle por las últimas declaraciones que algunos concejales –oficiales– del Partido Popular habían dedicado a la trayectoria del grupo Verde.
Pachi me mira circunspecto. Yo le miro sarcástico. Don S. mira esa Harley deslizándose calle abajo. Pachi pregunta: ¿a ti qué te parece? Silencio. Yo respondería: ¡Pues anda que a ti! Pero digo: “no hay que enfadarse… sois la única agrupación que queda. La opinión popular (lo que leemos en los foros y escuchamos en la calle) dice que sois la única fuerza política que queda libre de acusaciones, rumores y susceptibilidades”.

Pachi me dice que las acusaciones que de pronto y porque sí lanza el Partido Popular a su grupo Verde se mantienen con argumentos sesgados, que obvian incluso las razones mismas que su grupo manifestó en el momento de valorar cada una de las situaciones que se dieron entre el ayuntamiento y las empresas involucradas. Yo le digo que eso no importa (no creo que Pachi ignore el contemporáneo modus operandis político, pero entiendo que no le otorgue valor). Yo le digo que valoro que su grupo esté limpio, y que del mismo modo lo valora gran parte de la población de Villena. Le digo que no es de extrañar que alguien busque desacreditar ese buen hacer de su agrupación. Del modo que sea (y no menciono el asunto de las tortillas porque ambos lo conocemos y apenas representa un ejemplo más del dirty-play).

Don S. aprieta las espuelas y yo le digo a Pachi que espero que estén trabajándose el banquillo, porque les hará falta tras las próximas elecciones. Pachi me dice que el banquillo es el que está en funcionamiento. Pero afortunadamente yo sé que no es así. Los próximos comicios van a ser duros –por no decir ridículos–. Será un problema que el voto se disgregue. Pero el problema es que el voto al actual grupo de gobierno está asegurado. Es el otro voto, el de aquellas personas que no firman a ciegas, el que corre el peligro de disgregarse. Afortunadamente, le digo –o lo pienso–, el grupo Verde siempre contará con presencia en nuestro ayuntamiento. Porque siempre, casi siempre diremos para no obligar a lo sobrehumano, ha demostrado que sus valores se levantan sobre los cimientos del trabajo, la verdad y la ausencia de miedo al fracaso. Porque ha demostrado que las ideas, el consenso, la disciplina, el respeto, los errores y la coherencia, son capaces de hacer madurar una forma política.

Ahora, le digo a Pachi, toca atacar al rival más fuerte, y apenas queda un parto hasta los comicios; menos tiempo del que parece para que el resto de candidaturas puedan pensar en cómo acabar con vuestro “insistente e impoluto” grupo Verde.

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