Versando a Krahe
Y sin querer conecté la cadena de nuestra tierra, y escuché las palabras sinceras de la alcaldesa. Ya concluida la presentación de regidoras aún informaba la televisión sin mirar horas. Y preguntó el hombre que lo hace todo a doña Celia si la sorpresa supuso incomodo o fue halagüeña. A esto repuso con firme verbo la autoridad: conozco cada secreto del pueblo sin salvedad. Nuestra patrona se siente tranquila a su merced, pues nuestra Celia todo lo vigila con interés. Y si la fiesta le gusta lo dice sin vacilar, pero sorpresas ella no permite en su ciudad. Aunque el ensueño se vista de seda no me entusiasma cuando en la noche una sábana enreda y es tu fantasma (Krahe). Las regidoras rindieron honores a nuestras fiestas sin el temor de sacar los colores con feas sorpresas. Agradecemos todos el esfuerzo de su omnisciencia a quien nos gobierna con brazo diestro y tal entrega. Pero en lo oscuro e invertebrado de este asunto algo me lleva a guardar en privado todo mi mundo. Aunque me escondan de inesperados y sobresaltos, yo sigo huyendo de lo pactado entre los sabios. Pues yo prefiero morir de un susto, de un resbalón, que esperando un sabido disgusto en mi sillón.
¡Oh, la, la! Cuando esta página comenzó no guardaba otra pretensión que rendir un pequeño y humilde homenaje a José Antonio, el reportero más dicharachero de la comarca. No por nada en especial, sino en reconocimiento de sus merecidas vacaciones. Pero he aquí que se me cruzaron los cables. En lugar de rimar con el Cristiano Ronaldo de esa televisión donde Alfonso no programa ni un minúsculo minuto de cine porno ochenteno, me he dejado divagar entre los restos de mi caprichosa memoria. Y así fui asaltado por el recuerdo de una entrevista radiofónica realizada por el pequeño gran José Valdés. La cosa venía de largo pero todavía rondaba mi cabeza. Ocurrió tras la presentación de las regidoras de fiestas. Pepe entrevistó entre otras a nuestra máxima autoridad. La pregunta lanzada cuestionaba si la gala de presentación de regidoras había sorprendido a Celia. Con mayor nitidez recuerdo la respuesta: (sin literalidad, a mi aire) No. No me ha sorprendido. No me ha sorprendido porque yo sabía lo que iba a ocurrir. Yo conozco cada proyecto que se realiza en Villena. Entonces no me puede sorprender. Sí puedo decirte que me ha gustado. Pero no que me haya sorprendido.
Con sinceridad diré que me alegró la respuesta de la Sra. Lledó. También reconoceré que me alegró porque ambiciosamente la transporté a otros ámbitos de la política local. De no ser así, con la misma sinceridad diría que su respuesta me pareció de muy mal gusto, en un sentido relacional o protocolario. Pero al transportar la respuesta a todo aquello que laboralmente incumbe a nuestra alcaldesa, sí, me produjo satisfacción. Me constató que no andamos equivocados quienes con mayor o menor insistencia solicitamos información sobre los proyectos de mayor envergadura de nuestro municipio. Éste grupo de personas dispares y no vinculadas nos creemos en el derecho de conocer los avances y los pormenores que Celia conoce. No queremos enterarnos de los progresos de las negociaciones o acuerdos mediante una comparecencia que el Equipo de Gobierno ofrece obligado por las declaraciones públicas de alguno de los grupos de la oposición. Queremos información directa, de primera mano. Y queremos que dichos comunicados sean contrastados y matizados por la oposición. Queremos que se termine ya este mundo al revés en que se ha convertido la información oficial. Queremos que Celia comparta con Villena todo lo que sabe sobre nuestro futuro.