Villena lamenta la autorización estatal de plantas fotovoltaicas a pesar de informes negativos del Consell
Javier Martínez, edil de Urbanismo, considera que esta posición dificulta los “equilibrios territoriales” entre la necesidad de potenciar la energía verde y el respeto al paisaje
El Equipo de Gobierno municipal de Villena ha expresado el “malestar que supone que el Gobierno Central apruebe plantas fotovoltaicas con informes negativos de la Generalitat Valenciana”, según el edil de Urbanismo, Javier Martínez.
La respuesta del Ayuntamiento de Villena obedece a la autorización concedida a la planta 'FV Benejama - Rotonda 1 que se extiende en los términos municipales de Villena, Camp de Mirra, Cañada, Beneixama y Caudete.
La autorización se produce a pesar de los informes del Consell que califica el proyecto de “incompatible” con las exigencias medioambientales, tanto por la superficie que ocupa como por las necesidades de infraestructura de evacuación de la energía a través de varias líneas soterradas.
Martínez considera que “con estas decisiones se dificulta generar un equilibrio entre las necesidades de desarrollo de nuevas fuentes de energía verde y sostenible, como es la solar, con la necesidad de protección del territorio y el paisaje”.
Vaya una estrategia mediática para intentar controlar la opinión pública. ¿Cuándo le ha importado al concejal de urbanismo la protección del entorno de Villena? Él es el primero que se ha frotado las manos ante las propuestas de la PSF ATAYALA en la ctra. el puerto, desde el Zaricejo hasta el Rincón del Moro y la PSF ARGOS desde Carboneras hasta Santa Eulalia, los proyectos que mayor impacto ambiental van a tener en nuestro territorio sin que se haya parado a pensar en la ocupación y destrucción del medio ambiente, ¿y ahora quiere hacernos creer que “lamenta” un proyecto que acaban de aprobar? Esto es una verdadera tragedia ecológica impuesta de manera autoritaria por el Ministerio, a pesar de los informes negativos de la Generalitat Valenciana, de las alegaciones de asociaciones y grupos en contra de semejantes proyectos y el cada vez mayor rechazo de la ciudadanía ante la invasión y ocupación del territorio por grandes inversores extranjeros que solo pretenden sacar tajada. Mejor será que el concejal de urbanismo se quede callado, ya ha hecho bastante.
No salimos de una y nos metemos en otra. La transición ecológica necesita la energía que producen las placas solares, no voy a discutir esto. Lo que me parece increíble son las pocas miras con los proyectos que se están aprobando, que dejan poco dinero en el territorio, desertizan las tierras que ocupan, se tiende a los megaproyectos que operan fondos internacionales y grandes empresas (que marcharán dejando atrás cualquier daño que puedan causar). En fin, nada nuevo bajo el sol.