Villena encabeza desde hace meses una carrera contrarreloj y, lo que es peor, contra la ineptitud de las administraciones públicas, que no están cumpliendo de ninguna de las maneras con lo que les corresponde: construir los distintos accesos a la futura estación AVE de nuestra ciudad, pues mientras estos no existan estaremos hablando de una instalación fantasma, una construcción de más de 10 millones de euros situada en medio de la nada.
Ni la arruinada Generalitat Valenciana, que debe construir el acceso principal desde la autovía, ni el Gobierno Central, responsable de desarrollar un acceso secundario desde la carretera de Pinoso para facilitar el acceso de los pasajeros llegados de lugares como Yecla o Caudete, por citar algunos, han dado hasta el momento paso alguno en tal sentido, mientras el tendido ferroviario ya está prácticamente finalizado, los primeros convoyes de pruebas circulan ya por las nuevas vías de alta velocidad y el ritmo de construcción de la estación es vertiginoso, augurando su finalización dentro de los plazos previstos.
Lleguen a tiempo los accesos o no una piedra que está en otro tejado, no en el de nuestra ciudad, lo cierto es que cabe reconocer el esfuerzo de nuestros gobernantes, que han optado por la acertada estrategia de sumar todas las voluntades e intereses implicados en torno a una estación que, aunque situada en Villena, debe dar servicio a una amplia área de influencia que alcanza hasta cuatro provincias y suma más de 400.000 potenciales usuarios del servicio. Y en este reconocimiento, cabe uno muy especial para el PSOE de Villena, que es quien ha encabezado esta iniciativa y a quien hay que agradecer el ejercicio de responsabilidad y liderazgo que está llevando a cabo en beneficio de todos los villeneros y los habitantes de nuestro entorno.
