Editorial

¿Visto para sentencia?

La Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo rechazó el miércoles las demandas de la Generalitat Valenciana y de la Junta Central de Usuarios para reabrir el debate sobre el trazado final del trasvase Júcar-Vinalopó, que la propia UE ya dio por bueno el pasado noviembre aumentándole la dotación de fondos estructurales hasta alcanzar los 120 millones de euros, 40 más que para el trazado original.
Tras escuchar los argumentos a favor y en contra de las dos partes implicadas, las peticiones fueron rechazadas por 13 votos contra 8, ganando la mayoría parlamentaria formada por socialistas, verdes y comunistas y siendo derrotada la opción del grupo popular. De este modo, se ha trasladado a Europa un enfrentamiento “doméstico” y partidista entre los partidarios y los detractores de un trasvase politizado hasta la náusea y ante el que, por enésima vez, hemos visto cómo los técnicos y sus razones han sido apartados para dejar paso a la máxima expresión de la demagogia y el sectarismo político.

Ante semejante panorama, no resulta de extrañar que unos hayan criticado la estrategia del “rodillo” y el “ordeno y mando” a la vez que alertaban de manera casi apocalíptica del fin del agua en nuestras comarcas –sería la primera vez que al llevar agua a un sitio ésta se acabara, como acertadamente señaló el diputado socialista Joan Calabuig–, mientras que otros se han agarrado como un clavo ardiendo a una decisión que tiene mucho de lavado de manos político para afirmar sin sonrojo que la decisión de la Unión Europea es “un bofetón al PP” y asegurar que “Europa nos ha vuelto a dar la razón”.

Así las cosas, parece que, en primera instancia, el trazado del Júcar-Vinalopó está visto para sentencia, ya que el Ministerio de Medio Ambiente no va a ceder un ápice en sus pretensiones, toda vez que se puede amparar en el apoyo de la Unión Europea. Los regantes, en cambio, ya han anunciado que no van a cejar en su empeño y van a seguir luchando por un trasvase “viable y con agua de calidad”, para lo que contarán, sin duda, con el apoyo de la Generalitat Valenciana siempre Francisco Camps revalide su mayoría absoluta frente al “tripartito” autonómico de izquierdas. Con todo, y en las circunstancias actuales, sólo se vislumbra una opción: puesto que el trazado de este trasvase ya ha demostrado ser “reversible”, no hay más que volver al Gobierno Central para deshacer lo hecho por el gobierno actual tras deshacer éste lo hecho por el gobierno anterior. ¿Y así hasta cuándo?

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