Valga el guiño al famoso cuento del dinosaurio de Monterroso para describir la sensación que se está apoderando de muchos ciudadanos respecto a la plaza de toros, que cada dos por tres sigue dando titulares por sus derrumbes o por la disputa política existente a su alrededor.
El pasado viernes, algunos vecinos escucharon un sonido extraño que, sin duda, todos asociaron a un nuevo derribo en el interior de la plaza de toros, algo para nada sorprendente dado su lamentable estado de conservación, agravado tras las intensas lluvias caídas en Villena durante las últimas semanas. Entonces saltaron las alarmas, aunque afortunadamente se pudo comprobar que el derrumbe había sido pequeño y que la plaza seguía en pie. No obstante, y haciendo memoria, muchos se acordaron en aquel momento de que, el pasado 6 de agosto, la concejal de Patrimonio, María José Hernández, había anunciado que en cuanto pasaran las fiestas de Moros y Cristianos se procedería a instalar el andamiaje que debe asegurar la protección del recinto hasta que comience su rehabilitación.
Pocas noticias habíamos tenido desde entonces, y ha tenido que ser ahora, a causa de este nuevo derrumbe, cuando hemos sabido que ninguna empresa se presentó al concurso de adjudicación de tal contrato, mientras que las que concurrieron al concurso de adjudicación del arrendamiento de las bases de hormigón que sujetarán el andamiaje solicitaron unos presupuestos que, en el mejor de los casos, doblaban la previsión inicial estimada por el ayuntamiento. Nada nuevo por otro lado, puesto que durante la pasada legislatura ya tuvimos claros ejemplos de que, para las empresas, este proyecto no es ni mucho menos una perita en dulce.
Ahora, este mismo martes, el ayuntamiento ha conseguido por fin adjudicar dichos contratos, lógicamente aumentando el gasto en tales menesteres, un gasto que habrá que ver cómo se asume a partir del próximo 1 de enero, puesto que para tener una partida específica habría que tener elaborados y aprobados ya mismo los presupuestos municipales para el próximo ejercicio, ya que ahora no existe tal partida y la última modificación de crédito se va a quedar corta en vista de las nuevas condiciones de la adjudicación. Un gasto más que asumirá el pueblo de Villena y que habrá que anotar en el Debe de la Generalitat Valenciana, porque no vamos a dejar de recordar que el Presidente Camps se comprometió a asumir íntegramente el coste de la rehabilitación.
Mientras tanto, seguiremos mirando al cielo y rezando para que la plaza no se caiga tras las próximas lluvias
