Editorial

Y nosotros, a pagar

Decíamos en nuestro editorial de hace dos semanas, cuando se tuvo conocimiento de la sentencia que anulaba la adjudicación del servicio de agua potable y alcantarillado, que es totalmente necesario, por la propia salud democrática de nuestro ayuntamiento y para la salvaguarda de la confianza que los ciudadanos tienen depositada en sus representantes, que se investigue este asunto hasta las últimas consecuencias, que se haga con rigor y que se actúe con total transparencia hacia la ciudadanía, porque sólo así podrá eliminarse el más mínimo atisbo de duda.
14 días después, nos encontramos con otra sentencia en contra de nuestro ayuntamiento (en contra de todos nosotros, en definitiva), una sentencia que, al contrario de la anterior, sí acarrea consecuencias económicas para los bolsillos de los ciudadanos, concretamente 235.207 euros, casi 40 millones de pesetas, por no permitir la instalación de dos gasolineras en nuestra ciudad.

Aunque el PSOE no ha dejado pasar la ocasión de “devolverle la pelota” al PP –que exigió responsabilidades por la sentencia del servicio de agua y alcantarillado–, preguntándoles si van a hacer lo propio ahora (a sabiendas de que el máximo responsable en aquel momento era Vicente Rodes), los socialistas también han señalado que “no son partidarios de entrar en el juego de culpabilizar a anteriores gestores, como dicen que ha hecho el PP, puesto que presumen, mientras no se demuestre lo contrario, que quienes participaron en aquella Comisión de Gobierno actuaron de buena fe y pensando que defendían los intereses municipales”.

Pues bien, nosotros no estamos de acuerdo con esta afirmación. No es que dudemos de la buena fe de nadie, ni mucho menos. Pero sí que estamos a favor de una total transparencia en todos y cada uno de los asuntos que incumben al ayuntamiento. En su discurso de despedida como concejal, Juan Palao reivindicó ante el Pleno la necesidad de establecer auditorías de gestión al final de cada legislatura, reivindicación lógica que hoy queremos hacer propia. Cuando un equipo de gobierno, el actual o el que sea, por mucho que haya enarbolado la bandera de la limpieza y amenazado con “tirar de la manta”, prefiere hacer la vista gorda, y además se ampara para ello en que el anterior equipo hizo lo propio con sus predecesores, etcétera, es que algo pasa, o cuando menos esa imagen es la que se da. Una vez más, exigimos total transparencia a todos los representantes públicos, porque ya que vamos pagar todos por sus errores, al menos que sepamos a quién tenemos que darle las “gracias”.

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