Y sin más preámbulos, respecto al asunto del agua tratado en el pleno del día de los Inocentes, dijimos que nos preocuparon dos intervenciones. Una larga, la de Antonio Pastor. Otra breve, la de Vicenta Tortosa. Y nos preocuparon por lo peregrino o la debilidad de sus argumentos.
Respecto a la intervención de Pastor, precisamos algún dato que apenas podemos desarrollar aquí porque no somos amigos de traer debates científicos a una columna donde los límites de papel y palabras nos dejarían en ayunas. La complejidad de lo que planteó el concejal de Medio Ambiente exige más investigación y menos demagogia. Me refiero a su despacho sin empacho del asunto de la solidaridad acuática de Villena con la provincia. Para él, sin más, era pura patraña esta solidaridad. Le sugerimos entonces al concejal alguna lectura al respecto. Y desde la inmodestia de la autocita, le recomendamos empezar por nuestro trabajo sobre la defensa de las aguas en el semanario "El Bordoño" (1906-1913) publicado en las actas del congreso sobre "Agua y Territorio" (Petrer, 1997). Se lo recomendamos ya no sólo por lo que escribimos, sino por la abundante bibliografía y documentación sobre el tema que recogimos: Desde los trabajos de Sebastián García Martínez, pasando por documentos contemporáneos a los hechos como la interesante "Memoria histórica referente a las aguas y finca de la Demarcación de la Laguna de Villena", impresa en Villena en 1912 por Claudio Perlasia, hasta estudios más recientes. Además, dicha investigación, la terminábamos jugando con una frase "el gozo en los pozos" señalando efectivamente que en torno a la defensa del agua había intereses particulares, concretamente los de aquellos dueños de pozos que no querían que nuevas extracciones mermaran su bicoca. Pero en el mismo trabajo también descubríamos a personas sin interés particular que lucharon contra la exportación de las aguas porque veían en ella limitaciones al desarrollo local. Como también dejamos, más o menos claro, que la determinación política a favor de la Sociedad Canal de la Huerta de Alicante, sociedad favorecida desde las más altas instancias del Reino, había perjudicado gravemente los intereses de Villena. La extracción masiva de aguas en el Zaricejo en pozos del Canal de la Huerta trajo el descenso de nivel en manantiales villenenses, principalmente en la Fuente del Chopo, coincidiendo con un periodo de sequía. La voladura con dinamita, en febrero de 1909, de un tramo del Canal de los Esteve, Atienza y Carrió canal vinculado en el futuro al Canal de la Huerta y el grito "¡Canal de la Muerte!", titular en "El Bordoño" y voz popular para referirse al canal alicantino, muestran un descontento villenense para lo que fue un trágala contra Villena. Si bien, la preocupación de entonces estaba, más que en la sobreexplotación de los acuíferos, en la exportación de las aguas.
El agua de los acuíferos del Alto Vinalopó ha sido querida y requerida en todo tiempo por poblaciones del Vinalopó Medio y Bajo y por Alicante. Y estas poblaciones pelearon con tesón hasta conseguirla. Muchos son entonces los datos y las acciones que habría que valorar antes de despacharse como se despachó, sin empacho hemos dicho, el concejal. Porque demasiado ligero de saberes se mostró Pastor diciendo sólo parte.
Respecto a la breve intervención de la Alcaldesa se nos queda otra vez en el tintero. Pese a ser intervención breve, requiere tratamiento entretenido y aparte, pues mostró una simpleza en el análisis de un problema tan complejo que nos asusta. Porque si sobre simplezas construye Tortosa su posición en torno al agua, ahora podemos entender su veleidad veleta. Ahora la podemos entender y preocuparnos.
