Y tú más… ineficacia
No es de recibo que cuando alguien comete errores se escude en que los demás también los cometen. Ni que cuando se actúa de mala fe, todos tengamos que aceptarlo a la trágala porque los que gobernaron antes también fueron malintencionados. Tampoco se puede aceptar que los mediocres administradores justifiquen su ineficacia en base a que los anteriores también lo fueron.
En todo caso, tóquense ustedes los huevos de puertas para adentro y trabajen con responsabilidad y eficacia, tanto si sus predecesores fueron malos o fueron peores. Los políticos ineficaces deberían tener en cuenta que somos muchos a los que nos importan un bledo sus rencillas personales y tan sólo estamos ávidos de ser buenos vasallos. Pero está visto que no hay buenos señores.
Para Los Verdes también está resultado muy socorrido esto del y tú más. Como resulta más fácil predicar que llevarse el gato al agua, han salido al quite para echar un capotazo a su Alcalde. Suerte tienen Los Verdes de que Esquembre sea su Alcalde y mala suerte tenemos los que quedamos excluidos de los desvelos de la primera autoridad municipal, empeñado en no ser el alcalde de todos. Y para mimetizar su mala gestión acometen por ejemplo criticando la rentabilidad del parking de la plaza de toros y obviando que cuando gobernaron en la anterior coalición tripartita, aprobaron un parking triple en semejante lugar y con semejante procedimiento de adjudicación que el de la piscina cubierta, donde el promotor siempre gana.
Puede que este Alcalde pase a la historia como El Autocrítico porque no cabe duda que ejerce la autocrítica, pero de ahí no pasa. Se le acusa de irregularidades por los cuatro costados y no pasa de la autocrítica. Ni siquiera como el Rey. Puede que me haya equivocado y a seguir con el viento en la popa. Y resulta que como el PP no presentó los presupuestos, eso otorga a este nuevo gobierno una patente de corso. Y como el anterior gobierno municipal dejó deudas por pagar, no hay quien pueda toserles.
Gobernar es algo muy serio, complicado y estricto, por lo que cabe la posibilidad de que por muy buena fe que se tenga y autocrítica que se haga sea preciso haber llegado al poder para darse cuenta de les faltan cualidades, porque muchos menos recursos se precisan en la dedicación de pasar la legislatura únicamente criticando desde la oposición.
Por otro lado
¿La Plaza no era la maravilla de las maravillas? ¿No estaba terminada y lista para que en ella se realizasen toda clase de espectáculos? ¿El aparcamiento no iba a ser en realidad las Minas del Rey Salomón? La visión partidista y partitocrática de la realidad nos impide contemplar el bosque en su plenitud y cuando perdemos de vista esta perspectiva, perdemos las coordenadas. De repente la basura no huele, somos antitaurinos excepto un día al año que no hace daño y no aceptamos que después de haber gastado tanto dinero en una Plaza nuevecica, esta tenga tantos aspectos muy mejorables.