En el colegio, siempre a la greña, los niños Paquito Camps muy honorable y Joanet Ignasi Pla muy opositor la han liado otra vez con sus trastadas. Como siempre. Como curso tras curso. La última travesura, a pesar de haber sido a principio del año escolar, ha colmado el vaso de la paciencia del maestro tutor y del claustro docente que consideran que se les debería imponer sanción ejemplar.
De hecho, tras las quejas del equipo educativo, transmitidas a Dirección por mediación de los Jefes de Departamento reunidos con el Jefe de Estudios en la Comisión de Coordinación Pedagógica, no se descarta que se les abra expediente disciplinario una vez que estudie el caso la Comisión de Disciplina del Consejo Escolar del centro bajo el intuitivo asesoramiento psicopedagógico del Departamento de Orientación. De momento no se sabe si se tendrá que echar mano de un psicólogo clínico o servirá sólo con el psicólogo educativo que atiende a tiempo parcial el colegio, compatibilizando esta labor con la impartición de charlas sobre "Resolución pacífica de conflictos vehementes en la Enseñanza Pública y Concertada" y cursos de natación para embarazadas. Y también, en verano, algún otro cursillo de ajedrez sin pareja. Todo esto una vez nombrado, entre el profesorado, el juez instructor y secretario para que vayan recogiendo testimonio de los hechos e informen de lo sucedido y consecuencias a la Dirección, Consejo Escolar y a quien corresponda.
Y los hechos conocidos son los que siguen:
Que estando en debate incandescente en la sociedad española el asunto muy grave de la enseñanza de la asignatura denominada "Educación para la ciudadanía y los derechos humanos" (Denominación según consta en el Real Decreto 1513/2006 de 7 de diciembre y en el 1631/2006 de 29 del mismo mes, por los que se establecen respectivamente las enseñanzas mínimas de la Educación Primaria y de la Educación Secundaria Obligatoria), estando en pleno debate esto que es muy serio, los impúberes Paquito y Joanet se lo tomaron a rechifla. El primero proponiendo al Conseller de Educación y Ciencia, Sr. Alejandro Font de Mora, y considerando la importancia del inglés, que la nueva asignatura se imparta en ese idioma extranjero por lo menos en Secundaria. Así lo informó en audiencia con el secretario de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). El segundo, por seguirle riéndosela o no la gracia y, en vez de denunciarle la frivolidad, retrucar con otro disparate de mal gusto al proponer lo mismo clases en inglés para la enseñanza de la asignatura de Religión. En ambos casos, disimulando los protagonistas la fechoría, bajo el amparo didáctico del llamado "Plan de Extensión del Trilingüismo". La travesura es grave porque demuestra la poca seriedad con la que se toman las cosas de la escuela estos muchachos. Usándolas sólo para política rastrera y mostrando, por tanto, que les importa una higa los verdaderos problemas de la Enseñanza: Fracaso y violencia escolar, precariedad de las instalaciones, abstencionismo, abandono, integración de extranjeros, desorientación de los padres respecto a los planes de estudio, desmotivación del profesorado...
Cuando el rapazuelo Camps dijo lo que dijo, el rapazuelo Pla debería haberle puesto las peras al cuarto. No lo hizo y perdió una magnífica oportunidad de leerle la cartilla y reprocharle su irresponsabilidad con la cosa. Su impertinencia insulsa. Pla, en vez de esto serio, se sumó al chiste idiota del niño presidente. Como me dijo un compañero profesor de inglés es extravagante que se proponga el dar otras asignaturas en inglés cuando en demasiados centros educativos ni siquiera el inglés se imparte en inglés. That is the question. For example.
