Zozobras preelectorales
Escribo este artículo un mes antes de las repetidas elecciones generales y entre decisiones políticas o afirmaciones de líderes un tanto esperpénticas, pues si lo que pretenden es fijar posturas tienden, por el contrario, a la confusión. Por un momento he pensado si soy ciudadano venezolano o es que los comicios van a celebrarse allí, pues no sé por qué, el Gobierno convoca al Consejo de Seguridad para tratar el tema de Venezuela, por qué van allí algunos políticos españoles y por qué se le sube el sueldo ahora al personal diplomático del país americano cuando las clases medias españolas lo tenemos congelado desde hace bastantes años.
Igual de imprudente es apelar ahora al fracaso de la izquierda griega, sobre todo cuando la información que se ofrece es sesgada e imparcial, pues el gobierno de Syriza no es el causante de las desgracias helenas, ya estaban cuando accedieron al poder y se acrecentaron al rechazarle la UE un acuerdo digno que adecentase la vida de sus ciudadanos, imponiendo justo lo contrario: saldar una histórica deuda en beneficio de los bancos. Sin embargo ahora salen a la palestra Venezuela y Grecia, como si se celebrasen las elecciones allí. Cierto es que, desde mi punto de vista, otros líderes de la izquierda han sido imprudentes al afirmar que los opositores venezolanos encarcelados lo son por golpistas. Convendría mayor cautela, pues esa es la versión oficial y en la coyuntura actual habría que ponerla en cuarentena.
Es innegable que existe pavor de partidos como PP, C´s o PSOE a esa alianza electoral que han alcanzado Podemos con IU. Si el gobierno actual sigue confirmando que el país va bien y crece saludablemente (en contra de los informes de Bruselas y del FMI), no debería tener temor alguno y volvería a ganar con mayoría absoluta, pero algo no habrá hecho bien cuando le ha salido por su centro un partido emergente, el de Rivera. Si el PSOE hubiese hecho los deberes cuando gobernó y cuando opositó no le crecerían ahora los enanos en su propio partido, no haría falta la vuelta a escena de las vacas sagradas y no se inquietaría por esa coalición Unidos-Podemos. Pero si tiene miedo es que no tiene la conciencia tranquila y porque no piensa realizar una política de izquierdas, tan sólo continuista y en pro de una falsa estabilidad. De ahí su pacto con C´s.
Me hace gracia esa retahíla de que ellos, PP, C´s y PSOE, son los únicos partidos constitucionalistas, cuando la cuestión no es nombrarla en vano sino cumplirla íntegramente, como reivindica Anguita dese hace veinte años, y también modificarla en aquellas materias que han quedado obsoletas.
Como las encuestas que se publican en los diarios nacionales, sectarias y dirigidas. Preguntas como ¿Eliminaría la valla fronteriza de Melilla? o ¿Debería atender el Estado sólo a los inmigrantes con papeles?. Pero se omite la gran pregunta: ¿Debería el Estado ayudar por causas Humanitarias a quienes necesiten ayuda?. Formulan otra pregunta, como ¿debería bombardear el Estado posiciones yihadistas como hacen países aliados?. Pero ningún medio interroga: ¿Está de acuerdo en que el Estado venda armas a potenciales enemigos?. Porque ahí está la trampa, negociar con el enemigo para luego triturarlo.
En cuanto a las formaciones de izquierda de verdad (no es acertado calificarlas de radicales, pues sólo los fanáticos utilizan las bombas y las pistolas), no la descafeinada socialista, no han tenido más remedio que unirse. Podemos no alcanzó sus expectativas, víctima de su propia arrogancia; IU tiró setecientos mil votos al cubo de la basura, castigada, otra vez, por la Ley Electoral; y los partidos minoritarios, las llamadas confluencias, sin posibilidad de representación parlamentaria por esa despreciable Ley D´Hondt. Así que, siendo España un reflejo de su pluralidad social e ideológica, la coalición Unidos-Podemos-Equo, con sus otros socios regionales, puede dar el sorpasso al PSOE, no porque este partido sea su adversario, sino porque hace políticas centristas.
Luego vendrá el nuevo análisis, con quién se hace la foto el PSOE, si con el centro derecha o con la izquierda; porque si vuelve a convenir con C´s, entreabriendo la puerta al PP, debería hacer dos cosas: no criticar a Unidos-Podemos y cambiar el logo de su marca, pues el puño se adiestró para girar entradas (puertas giratorias) y la rosa se marchitó hace varias legislaturas.