El Ordenanza

Acoso y derribo

El Ordenanza. Capítulo 63

Escena 1

Han acabado las clases de horario vespertino en el I.E.S. Gregorio Esteban Sánchez Fernández. Itzíar se ha retrasado unos minutos para entregar una redacción de Inglés y va a tener que volver sola a casa. Ya ha oscurecido.

Ese trabajo se le ha atragantado un poco. Había invertido más de cuatro horas de sus dieciséis años, con lo que eso conlleva, en esa redacción sobre la vaca y su repercusión en nuestra sociedad. Sonríe pensando en aquella famosa viñeta de Mafalda: “la vaca nos da la leche… ¿y la de tinta que nos chupa?”. ¡Grande Quino! ¡Irrepetible!

El descampado que separa el centro educativo de las casas más periféricas de la ciudad siempre le dio un poco de miedo. ¡Qué tontería! Hace ese camino desde que iba al cole de al lado... bueno, casi mejor lo bordea hoy, aunque eso supone dar un buen rodeo.

Un grupo de cuatro chavales fuman y sueltan grandes carcajadas sentados en uno de las gradas de la pista de baloncesto cercana a la zona escolar. Tienen uno de esos pequeños altavoces que se conectan a los teléfonos móviles y, entre sus gritos y risas, se escucha uno de esos ritmos latinos, tan de moda en la actualidad, sobre el cual, un famoso cantante, entona una sucesión de rimas tales como “ella es mi gata y yo su gato / quiere que le aplique el maltrato”. Itzíar aprieta el paso.

  • ¿Dónde vas tan sola, nena?
  • ¡Jajajaja!
  • ¿Quieres que te acompañemos?
  • No, gracias.
  • ¿Vas de sobrada?
  • Seguro que no se ha comido una mierda en toda su vida...
  • ¡Una mierda no, pero seguro que más de una polla sí se ha tragao!
  • ¡Jajajajaja!
  • Por favor, dejadme...
  • ¡Huy! ¡Vaya humitos que te gastas, pedazo de zorra!
  • ¿No somos lo suficientemente buenos para ti?
  • ¡Las niñatas como esta merecen que se las trate como lo que son!
  • ¡Dejadme!
  • ¿Vas a gritar?
  • Perchas, tío, ¿vas a dejar que te vacile esta putilla?
  • ¡Te he dicho que no grites, hija de puta!
  • ¡Ouch!
  • ¡Se lo tiene merecido, por zorra!
  • ¡No me peguéis más, por favor!
  • ¿Ahora suplicas?
  • ¡Por favor! ¡Socor... ouch!
  • No le pegues en la boca, que quiero que me la chupe, tío.
  • ¡Vamos al descampado!
  • ¡Ponte de pie, puta! ¡Vas a saber lo que son cuatro tíos de verdad!

Escena 2

  • Buenos días, Avelino.
  • No tan buenos, señor alcalde: anoche dieron una paliza y violaron a una niña en el descampado del Instituto.
  • ¡Joder! ¿Cómo está?
  • Se ensañaron bien con ella: tiene la cara destrozada, un brazo roto y todo el cuerpo lleno de moratones y cortes.
  • ¡Hijos de puta! ¿Los han pillado?
  • Sí. No fueron demasiado cautelosos... hicieron un vídeo en directo en Instagram. Ya se encuentran a disposición judicial.
  • Espero que no quede en agua de borrajas y que esta “manada”, por no decir “piara”, sí tenga su merecido.

Escena 3

  • Buenas tardes. El último día que tuvimos clase ocurrió un hecho terrible: vuestra compañera Itzíar fue brutalmente asaltada mientras volvía a casa.
  • Le dieron una paliza y la violaron.
  • El Josu, el Perchas, el Sácido y otro...
  • Jejejeje...
  • Putos trogloditas...
  • ¡Silencio! No voy a permitir ninguna frivolidad al respecto. Hoy no va a haber clase de inglés, hoy vamos a hablar de esto.
  • Cuando yo tenía vuestra edad también pasaban cosas así, no creáis que esto es nuevo, pero ahora se hace por tendencia... y es repugnante. Estamos bombardeados por todos los sitios con mensajes violentos, machistas, sexuales, homófobos... ¿vosotros creéis que estáis creando un futuro feliz?
  • ¿No os da vergüenza que la juventud de hace treinta años fuese menos machista que la vuestra? ¿La sociedad no ha aprendido nada? ¿Qué pensáis que son las personas? ¿Qué pensáis que es el sexo? Algo maravilloso convertido en un objeto al servicio del más estúpido hedonismo... ¡Es indefendible! Vivimos en una sociedad que reclama igualdad entre las personas, independientemente de su sexo, su religión, su estatus, etcétera... ¿creéis que estos sucesos favorecen esta igualdad? ¿Os parece normal que, siendo “animales civilizados”, pasen estas animaladas? A mí, personalmente, me da mucho asco, chicos. Afortunadamente, ya los han detenido y están a disposición judicial, aunque sospecho que, al tratarse de cuatro menores, el castigo no será el adecuado. Hay cosas intocables para una persona: la dignidad, la libertad, la intimidad, la salud... y esos cuatro violadores las han profanado todas. Pensad en Itzíar... vosotros la conocéis, sois sus amigos... compañeros... imaginad cómo debe sentirse... Es horrible. Nadie debería pasar por algo así. Espero que aprendamos algo de esto, chicos: nuestros actos pueden arruinar la vida de otros, por eso hemos de ser humanos. Respetad la libertad de la gente y, si sois testigos de una injusticia, no dudéis en denunciarla rápidamente. ¿Sabéis que emitieron la violación en directo? Seguramente algunos de vosotros lo visteis... y muchos no denunciasteis.
  • Yo la vi y denuncié...
  • El silencio os hace cómplices. ¿Fue bonito lo que viste?
  • No... fue asqueroso...
  • Es abominable, sí. No sabemos si Itzíar volverá pronto a clase pero, cuando lo haga, os pido que seáis ejemplares con ella... va a necesitarnos a todos para salir de esto.
  • ¿Se puede?
  • Pasa, Leandro, pasa...
  • La directora me ha mandado para que vengas conmigo a su despacho, Elisa.
  • Bueno, chicos, podéis salir al patio sin armar mucho jaleo, por favor.

Escena 4

  •  
  • ¿Me has llamado, Nora?
  • Sí, Elisa...
  • ¿Qué ocurre?
  • … se ha suicidado.




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