Apodos de Villena
Ricardo Celiberti Morales nos ha legado un trabajo inmenso, a partir de ya imprescindible
Esperaba el 1 de diciembre como agua de mayo, para asistir al entrañable acto conmemorativo del descubrimiento del Tesoro de Villena, que prepara con mimo Loli Fenor, y que este año caía en domingo (el próximo 2024 lo volverá a hacer). Y fue en ese día de emociones compartidas y de reivindicación de nuestras señas de identidad cuando precisamente cayó en mis manos el enciclopédico trabajo de investigación que Ricardo Celiberti Morales ha cocinado a fuego lento, cómo si no, sobre los apodos de Villena.
El amor que Ricardo profesa a su ciudad queda probado en cada página, cada apunte, cada cita bibliográfica en un tomo editado a conciencia, como debe ser, por nuestro Ayuntamiento, en colaboración con la Universidad de Alicante. La ilustración de la portada es preciosa, una fotografía de la Villena que se nos fue, de ‘El Tío Quebra’, de Miguel Flor Hernández.
El objeto de estudio de esta investigación sobre la Antroponimia Popular villenense es una declaración de principios en sí misma. A lo largo de sus páginas se presenta la identidad popular de 6.418 personas con un total de 5.720 apodos recopilados. Apoyados en 3.878 citas bibliográficas. Lo dicho. Hay que tener mucho amor a la ciudad que te vio nacer para emprender una tarea semejante. Y tan rica en matices, como el cómplice del autor Eleuterio Gandía resalta en el prólogo. Ricardo Celiberti dedica su trabajo a las cinco mujeres de su vida, su madre, su mujer y sus tres hijas. De su biografía de hombre activista y comprometido me quedo con un dato que puede parecer pintoresco: el de su pertenencia al grupo AJO de No-Violencia de Villena desde 1982, que para quienes somos generacionalmente cercanos trae tantas reminiscencias.
En los discursos del acto institucional del 1 de diciembre se reivindicó el estudio de nuestro pasado. El reencuentro con las raíces. Más valioso para crear ciudadanos del siglo XXI que los polígonos industriales, se atrevió a decir alguien. Qué duda cabe que Ricardo Celiberti Morales nos ha legado un trabajo inmenso, a partir de ya imprescindible. Que amplía nuestro ya abultado Patrimonio Inmaterial.