Economía

Autoconsumo industrial: Estos son sus beneficios

Cada vez son más las empresas e industrias que deciden integrarlo en sus modelos productivos

España continúa trabajando para cumplir con el Acuerdo de París de 2015 para elevar su cuota de implantación de energías renovables hasta el 32% el 2030.

El Real Decreto 244/2019 de 5 de abril ha abierto la puerta a grandes oportunidades para las energías renovables en el ámbito industrial. A pesar de que, en general, cada vez que se habla de autoconsumo se asocia al ámbito particular, cada vez son más las empresas e industrias que deciden integrarlo en sus modelos productivos a través de empresas especializadas como Aurinka, lo cual no es extraño si tenemos en cuenta los grandes beneficios que ello implica.

Mayor eficiencia

Existen diferentes tipos de modelos de negocio y, por tanto, las necesidades energéticas pueden experimentar diferencias en función de la empresa y, por supuesto, en función del sector industrial en que se integre. No obstante, es innegable que el impacto que el autoconsumo genera sobre la estructura energética es determinante en términos de ahorro.

Optimización de recursos

Todas las industrias trabajan en horario diurno y no extraen todo el rendimiento de sus espacios disponibles, en especial, de sus cubiertas. Una instalación de autoconsumo permite explotar todo el potencial de la superficie útil a través de la integración de módulos solares. De hecho, contar con el espacio de instalación implica un ahorro considerable a nivel de inversión y, al mismo tiempo, ofrece grandes posibilidades de amortización tanto a corto como a largo plazo.

Versatilidad y múltiples aplicaciones

No siempre es posible acceder a una instalación industrial de autoconsumo para satisfacer íntegramente todas las necesidades que se generan en una planta industrial. El porcentaje de energía que puede cubrirse puede variar en función de diferentes factores pero, en todos los casos, el autoconsumo representa una solución rentable para todos aquellos procesos industriales que necesariamente requieren del consumo de elevados volúmenes de energía en horario diurno. Además, si tenemos en cuenta que a lo largo de los últimos años los equipos y componentes que integran este tipo de instalaciones han reducido sus precios de venta, su rentabilidad y eficiencia se han multiplicado y lo seguirán haciendo en el futuro.

Mayor competitividad

La minimización del consumo energético implica la inevitable reducción de los costes de producción por lo que, de forma indirecta, aquellas empresas industriales que introducen el autoconsumo dentro de su infraestructura se tornan más competitivas, lo cual se puede traducir en un mayor alcance estratégico con unos mayores márgenes, una oferta de precios más competitivos o una multiplicación de la capacidad de inversión en I+D+I, por ejemplo.

Compromiso social

Al margen de las implicaciones económicas o estratégicas desde el punto de vista empresarial, optar por el autoconsumo industrial implica una reducción de las emisiones de gases contaminantes como, por ejemplo, dióxido de azufre o CO2 por lo que contribuye a reducir el cambio climático a través de la implementación de energías limpias y renovables en los modelos productivos. En definitiva, el autoconsumo posee un alto valor social y cultural por lo que cuenta con el apoyo de administraciones estatales, autonómicas y locales en lo que respecta a sus necesidades de instalación y gestión.

Mejora la imagen de marca

El autoconsumo es sinónimo de innovación, eficiencia y responsabilidad social corporativa. El compromiso con la protección de la naturaleza y la biodiversidad agrega un valor diferencial a la marca y la ayuda a posicionarse en el mercado.

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