El Volapié

¡Basta ya!

Hubo un día en que me di cuenta de que hacer apología de la Constitución, de las leyes y del Pacto Antiterrorista era considerado como fascista por algunos sectores muy amplios de la progresía de izquierdas, cada vez más radical. Aquel mismo día obtuve un ídem para el gravísimo problema de la inmigración ilegal. Los guays están a favor de la negociación con los terroristas y de la inmigración ilegal, a pesar de la presunta vulneración del orden legal. Lo de presunto es por imperativo, que mi libertad de expresión termina donde comienza la posibilidad de media docena de querellas.
En España se puede abortar libremente pero no se puede fumar en lugares públicos, en España uno puede moverse libremente sin documentación en regla pero no puede ir a los toros si tiene menos de 14 años y vive en Cataluña, en España se puede votar siempre y cuando se acaten las dictaduras de los partidos, se puede quemar la Bandera pero no insultar a ZP…

A pesar de los atentados, no voy a hablar de los terroristas. Tampoco quiero encontrar una conexión de ámbito taurino, tal y como me gusta hacer. Mis gritos de ¡basta ya! van dirigidos contra los soplos que proceden de la Dirección General de la Policía para evitar la detención de etarras, ¡basta ya! de minutos de silencio, ¡basta ya! de subir la dosis a cinco minutos, ¡basta ya! de ministros afirmando que los malos pagarán, ¡basta ya! de concentraciones, ¡basta ya! de la flojera de nuestro sistema democrático, ¡basta ya! de presidentes afirmando que los terroristas son gente de paz, ¡basta ya! de diálogo, ¡basta ya! de manifestaciones, ¡basta ya! de inobservancia de la ley, ¡basta ya! de mensajes de repulsa, ¡basta ya! de tener el sida y pretender curarlo rascándose los testículos, ¡basta ya! de balones de oxígeno, ¡basta ya! de negociaciones, ¡basta ya! de tibieza, ¡basta ya! de beneficios penitenciarios, ¡basta ya de políticos nefastos…

Lo que se debe hacer lo sabemos todos. Todos ustedes están pensando lo mismo que yo: lo que sucede es que ni yo lo puedo escribir, ni los mandatarios que opinan como yo pueden manifestarlo de modo oficial. Ya saben, la libertad termina donde...

Lo que se debe hacer es lo que se haría cualquier otra Nación europea, lo que se debe hacer es lo que este Gobierno practica en Afganistán, lo que se debe hacer es aplicar la ley en su grado máximo de contundencia y propiciar cuantas reformas sean necesarias para lograr una mayor eficacia. El Estado de Derecho debe situarse donde resulte eficaz y lejos de hacer concesiones a estos hijos de puta. Y si se han cometido errores en nombre del Estado de Derecho, ya tardan las rectificaciones, la retirada de las representaciones y la revocación por parte del Congreso de la autorización a las negociaciones.

¿Alguien recuerda las treguas trampa? ¿Alguien se creyó que iban en serio? ¿Quién se cree el cuento este de las listas electorales, Rubalcaba y el Supremo? ¿Nos merecemos el sistema que tenemos?

Nos lo hemos ganado a pulso.

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