Cooperación mayor

Acordándonos del geógrafo Brunhes nos acordábamos de la importancia del agua para las empresas humanas. Humanidad, suelo y agua consideraba el francés trilogía fundamental para el emprendimiento humano.

Pero el agua, bien escaso o acaso mal repartido, exige por ello una buena administración. Sobre esto dijo el hispanista Thomas F. Glick lo que sigue:

Para la administración de las aguas es necesaria mayor cooperación incluso que para otros proyectos políticos o económicos; lo que sucede en un punto determinado de una cuenca fluvial, necesariamente afecta a otros lugares, con frecuencia hasta muy distantes.

Aquí el reto: Mayor cooperación.

—¡Agua para todos! —hemos gritado en más de una ocasión.

Pero mejor, si se quiere y como le escuché una vez a José María Barreda, expresidente de Castilla-La Mancha: ¡Agua para todos, sí; agua para todo, no!

Al cabo… ¡Agua para todos! ¡Mayor cooperación!

Pero parece que con el agua nos pesa siempre y más ese dicho popular que, egoísta, dice: El que está denantes bebe antes.

Y así nos va.