Escenario 1. Bar Vero
- Sí, Avelino. Después de lo que hemos vivido las últimas semanas, con un candidato a Presidente del Gobierno que, en lugar de aceptar su incapacidad para alcanzar los votos necesarios para gobernar dice que no quiere y se inventa citas de Antonio Machado, de manifestaciones de los borjamaris pataleando porque el que sí tiene votos para gobernar, los ha conseguido con la ayuda de los que no quieren formar parte del país y han presionado para que se dé una amnistía a sus «presos políticos», a la sazón, un grupito de borjamaris separatistas catalanes, al servicio de una revolución burguesa que busca la independencia para blanquear las cuentas de los mismos acaudalados de siempre, cosa que divide el territorio nacional en dos bandos igual de infantiles, he decidido no pertenecer más a España.
- ¿Lo dices en serio?
- Sí, sí. Estoy hasta el cogote de tonterías patrias.
- Eso va a ser difícil.
- No será más complicado que cuando apostaté de la fe católica, que tuve que tragarme el sermón moralista de nosequé secretario diocesano. Todo está en buscar el cómo hacerlo.
- Espero que tengas suerte, amigo. Vero, ¿se cobra lo mío y lo de Cristóbal?
- Enseguida, Avelino.
Escenario 2. Oficina del Gobierno Civil
- Es completamente imposible.
- ¿Cómo que imposible?
- Sí. Ninguna persona puede permanecer sin nacionalidad.
- ¿Por qué?
- Porque así lo recoge el Artículo 14 del Código Civil en España.
- ¡Guau! ¡Un código civil de 1889 nos sigue dictando cómo debemos vivir!
- Sí, aunque ha sido modificado varias veces en fechas posteriores.
- Entonces, ¿qué puede hacer una persona que no quiere ser ciudadano español y quiere seguir viviendo en su casa de toda la vida?
- Imagino que nada.
- Esto me parece una grieta legal.
- Le puede parecer lo que quiera, pero no es viable.
- ¡Vaya lata!
- Perdone que le pregunte pero, ¿para qué quiere usted declararse apátrida? ¿Va usted a nacionalizarse catalán?
- Por preguntas como esa. El estado español ha caído en la más ridícula de las decadencias: por una parte, tenemos una Familia Real que cada vez está más distanciada de las necesidades del país. En política, el acceso al Gobierno se ha convertido en una carrera de ratas, mientras que el pueblo, dividido en dos grandes bloques, siempre está dispuesto a pisotear al oponente. Además, usted habrá notado que, últimamente, se está rozando el esperpento.
- Pues no crea, yo vengo aquí de ocho a tres, de lunes a viernes y, si le digo la verdad, me importa tres pitos el resto. A lo mejor es lo que usted tendría que hacer, en lugar de estar ahí, buscándole los tres pies al gato, rellenando formularios que no le van a llevar a ninguna parte y que, cuando los haya cumplimentado, yo los tendré que gestionar, tarea y tiempo que pagan todos los contribuyentes de una nación a la que usted no quiere pertenecer y, ¿para qué? Para nada ¡Hombre de Dios! ¡Búsquese un hobbie! ¡Vaya usted a Cataluña o a Madrid, a ver qué le dicen!
Escenario 3: Barcelona es bona…
- Por favor, señora. ¿Podría indicarme dónde puedo renunciar a la Ciudadanía Española?
- IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIAAAAAAAAAAAAARRRRRRRRGGGGGGGGGGHHHHHHHHHHH!!!!
- Señora, ¿qué le pasa? ¿Se encuentra usted bien?
- IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAARRRRRRRRRGGGGGGGGGGHHHHHHHH!!!!!
- ¿Por qué coge usted el bolso así? Señora, ¿Qué hago? ¿Llamo al S.A.M.U.? ¡Ay, madre mía!
- IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIAAAAAAAAAAAAARRRRRRRRRRRRGGGGGGGGGHHHHHHHHHH!!!!!! IIIIIIIIIIIIIAAAAAARRRRRRRRGGGGGGGG!!!!!!!
- ¡Menos mal que no le he preguntado por la abolición de las corridas de toros, oiga!
- IIIIIIIIIIIIIIIIIIAAAAAAAAAAAARRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRGGGGGGGGGHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!
Escenario 4. Madrí, Madrí, Madrí
- Pedazo de la España en que nacíiiiiiiiii
Por eso te hizo Diooooooossss
La cuna del requiebro y del chotíiiiiiiiissss
Madrí, Madrí, Madríiiiiiiiii
En México se piensa mucho en tiiiiiiiiiii…
- Siempre me ha parecido una letra de lo más arbitraria, la de este chotis de Agustín Lara, Señora Presidenta.
- Es un gran hito en la cultura hispanoamericana. Recuerde usted que el Generalísimo concedió al cantante mexicano una preciosa casa en Granada por sus composiciones.
- El amiguismo siempre ha sido chirriante en España.
- Bueno, un país debe ser agradecido con los que pretenden su bien.
- Y, si el país no lo es, se cobran unas comisioncillas y asunto arreglado, ¿no?
- ¿A qué se refiere usted, señor…?
- Cristóbal.
- ¿A qué se refiere, señor Cristóbal?
- A los 234.000 euros que «se agradeció» su hermano, doña Isabel.
- Sabrá usted que ni la Fiscalía española ni la europea vieron delito en ello…
- Me parece un asunto muy turbio.
- (¡Qué hijo de puta!).
- ¿Qué?
- ¡Que me gusta la fruta! ¡Naranjas, manzanas, sandías, uvas, chirimoyas, peras limoneras! ¡Me gusta la fruta!
- ¿Es usted consciente de que me está tomando por tonto?
- ¿Se nota mucho?
- Sí. No debería hacerlo. Quizá por eso quiero declararme apátrida.
- ¿Cómo? ¿Apátrida? ¿Piensa usted nacionalizarse catalán?
- Ustedes, los políticos, creen que la gente es imbécil y, en consecuencia, actúan cada vez con menos miramientos.
- ¡Salga inmediatamente de mi despacho, descreído!
- Es usted bastante bipolar, señora Presidenta.
- ¡Vaya a molestar a Puigdemont, oiga!
Escenario 6. Bruselas (?)
- Señor President, ¿cómo he de hacer para salirme de España?
- Com?
- Perdone. Com ho he de fer per sortir-me d’Espanya?
- Això és molt fàcil, noi! Parles amb en Pere Sánchez, que està molt de bones, li exposes les teves raons i ell s'encarrega d'aplanar el camí perquè facis el que et doni la gana (a costa del teu suport incondicional per a la Legislatura, és clar). Només has d'aparentar que t'importa Espanya per poder abandonar-la per la porta gran.
- Entiendo… o no. Creo que no lo entiendo.
- Parla amb en Pere, home! Per cert, per què vols ser apàtrida? Et nacionalitzaràs català?
- No, senyor President. Vull ser neutral, com ara Suïssa.
- Cal veure el que ha descoltar un! Vés-te'n a casa, campió! Renunciar a Espanya! Quines idees tan boges tenen alguns!
Escenario 7. Moncloa
- ¿Qué hace usted aquí? ¡Seguridad!
- Buenos días, señor Presidente. No llame usted a seguridad, por favor. ¡No sabe lo que me ha costado llegar hasta su despacho!
- Dígame qué quiere de mí y márchese inmediatamente o…
- Solo quiero dejar de ser español.
- ¿Cómooooorrrrrr?
- Sí. Ser español no me identifica. Quiero ser apátrida.
- Pero usted reside en España, ¿no?
- Sí, pero he decidido que me merece la pena no seguir siendo parte de este país.
- ¿Por qué? ¿Va usted a nacionalizarse catalán?
- Porque el grado de decadencia y estupidez al que se ha llegado en España ha colmado mi vaso y he decidido que lo más serio es dejar de ser español.
- ¡Yo lo flipo! ¿Y qué pretende que haga yo?
- Pues no sé, firmar algún papelico dándome la «apatria potestad», imagino.
- ¿Y sentar precedente?
- Bueno, va a tramitar una amnistía y un referéndum para la autodeterminación catalana. La cosa no le viene de nuevas…
- ¡Seguridad! ¡Seguridad!
Escenario 8. Bar Vero
- Buenos días.
- ¡Hombre, Cristóbal! ¡Qué de tiempo sin verte! ¿Cómo va lo de tu autodeterminación?
- Estancado, Avelino. Estancado. Vero, pon un vino y un pincho de tortilla, que traigo un hambre de nivel mundial.
- ¡Marchando!