El Ordenanza

Cumpleaños total

El Ordenanza. Capítulo 198

Escena 1

  • Buenos días, Avelino.
  • Buenos días, señor alcalde.
  • ¿Qué tal le fue en su cumpleaños?
  • No me pudo ir mejor: Aurora me sorprendió y me llevó a la Nit del Foc. Cenamos, paseamos y vimos la cremà de la foguera del Altozano.
  • Siempre me han fascinado las hogueras. Arte efímero. Casi tanto como la palabra “Altozano”.
  • Es una palabra bonita, sí. Tenemos varios amigos entre la comisión de allí.
  • Es un barrio noble y obrero.
  • Con muy buena gente.
  • Sí.
  • … y el sábado tuvimos la esperada celebración familiar. Este año vinieron todos. Hasta mis hermanos y sobrinos.
  • Siempre es gratificante estar rodeado de la gente a la que quieres.
  • Sin duda, señor alcalde. Fue el mejor regalo de todos.

Escena 2

  • ¿Puede bajar del vehículo, por favor?
  • Sí, sí.
  • Caballero, ¿puede usted bajar del vehículo?
  • Sí, señor agente.
  • ¡Que baje del vehículo, hostia!
  • ¡Ya voy, ya voy! ¡Qué prisas! ¡Parece que cobre usted a destajo!
  • ¿Va usted de graciosillo?
  • No, no, agente. No se deje llevar por las apariencias.
  • Bueno, le hemos sorprendido circulando en contra dirección.
  • Verá, es que es el cumpleaños de mi suegra y…
  • ¿Y cree que eso le da derecho a saltarse la normativa de tráfico?
  • No, no he dicho tal cosa. Solo le he indicado que es el cumpleaños de mi suegra y, con la mala leche que se gasta, he preferido no correr riesgos y presenciarme en casa lo antes posible.
  • Ande, baje del vehículo y traiga la documentación…
  • ¿Cual documentación?
  • La del camión y su permiso de conducir.
  • Vale. La documentación y el carné. ¡A ver dónde os habéis metido, cabroncicos!
  • Caballero, ¿quiere usted moverse? Está usted obstaculizando nuestra tarea.
  • ¡Obstaculizando, dice! ¡No haber montao el control aquí!
  • ¿Qué control ni qué control? ¡Haga el favor de ponérnoslo fácil!
  • Sí, señor agente… pero es que, usted no sabe cómo llevo la guantera. ¡Ahí yo no meto la mano!
  • ¿Qué me está usted contando? ¡Baje con los papeles ahora mismo!
  • ¡Que no! ¡Que yo no meto la mano en la guantera, agente! ¡No vaya a ser que me pique algo!
  • ¡No diga tonterías! ¡Baje con los papeles o subo yo a por ellos!
  • ¡No hay huevos!
  • ¿Que no hay huevos? ¡Usted no sabe con quién está hablando! ¡En el retén me llaman “el Tenaz”!
  • ¡Madre mía!
  • ¿Madre mía qué?
  • Nada, nada. ¡Qué picajoso está usted, señor agente!
  • ¿Me está usted haciendo el paso?
  • ¿Yo?
  • Sí, usted. ¡Me está haciendo el paso!
  • Que no, que no… es que, verá… no estoy pasando por el mejor momento de mi vida…
  • ¡A mí no me venga con cuentos chinos! ¡Me está haciendo el paso!
  • No son cuentos chinos, agente…
  • ¿Ya no me dice señor agente, eh? ¡Ande y baje del vehículo, zangandungo!
  • ¡Oiga! ¡Sin faltar!
  • ¡Que baje, le digo!
  • ¡Voy, voy!
  • Verá usted, señor agente… es que… no puedo bajar.
  • ¿Cómo que no puede bajar?
  • ¡Es que está muy alto!
  • Caballero, está usted dinamitando mi paciencia.
  • Se lo digo en serio: esas escaleras me dan un vértigo…
  • ¡No me lo puedo creer!
  • Sí, sí… no se puede hacer usted una idea del vértigo que me da. Fíjese si me dan vértigo que no he bajado desde que subí aquí por primera vez. De hecho, hago la vida en la cabina. ¡Sobrevivo a base de comida a domicilio! ¡Y no se puede imaginar cómo me las ingenio para hacer aguas mayores!
  • Vaya…
  • ¡Y no vea cómo llevo las lumbares! ¡Claro, como no ando!
  • ¡No sea cobardica, hombre! Si quiere, subo y le ayudo!
  • … no sé, no sé…
  • ¡Confíe, hombre! ¿No ve que estoy mazao? ¡Mire qué bíceps!
  • ¡Oh! ¡No me había fijado! ¡De ahí deben sacar el acero pa’ los barcos!
  • ¡Treinta y cuatro centímetros de circunferencia!
  • ¡Guaaaaaauuuuu!
  • ¿Se anima?
  • Pero me tiene que prometer no sobrepasarse conmigo…
  • ¿Por quién me ha tomado? ¡Soy un agente de policía local íntegro! ¡Íntegro!
  • Vale. ¿Puede usted abrir la puerta?
  • ¡Oiga, sin abusar!
  • Es que me da repelús abrir la puerta al vacío…
  • Pero…
  • ¡Porfi, porfi, porfi!
  • ¡Vaaaaaale! Quite usted el seguro.
  • ¿El seguro?
  • El seguro.
  • Lo tengo en regla, creo.
  • ¿Cómo que cree?
  • No sé, señor agente mazas. Estoy confuso… voy a enfrentarme a uno de mis sueños más turbios. Ahora mismo, mi corazón es una pizza tropical de sentimientos…
  • ¿Tropical?
  • Con piña… pi-ña.
  • Debería haber pena de cárcel para los que echan piña a la pizza.
  • (¡Hala! ¡Otro cargo más!)
  • ¿Qué dice?
  • Otro trago más.
  • ¿Cómo que otro trago? ¿Ha bebido usted?
  • No, no.
  • A ver, tíreme el aliento.
  • ¿Really?
  • ¡Que sí, que sí! ¡Sin miedo!
  • Bueno… usted sabrá.
  • A la de tres: uuuuuna, doooooossss y ¡Tres!
  • ¡JAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
  • ¡Hostia puuuuuuuuta! ¿Dice que no ha bebido? ¡Kilian, tráete el soplómetro, que éste va cargao!
  • Es que, es el cumpleaños de mi suegra y… cualquiera llega sereno a casa. Por cierto: ¿Kilian? ¿Qué mierda de nombre es ese?
  • ¡Y yo qué sé! ¡No vea usted el descojono que nos llevamos en las dependencias policiales!
  • ¡Aquí lo tiene, mi cabo! ¿Le puedo ayudar en algo más?
  • Sí, Kilian. Sube y hazle la prueba de alcoholemia al señor…
  • Gómez.
  • Gómez.
  • Gómez.
  • Gómez.
  • Kilian, ¿quieres hacerle la puta prueba, que hace un calor que raja las piedras?
  • ¡Ah! ¡Sí! ¡Creí que nunca iba a poder decir esto! Sople aquí, por favor.

Escena 3

Detenido por conducir un tráiler multiplicando por 8 la tasa permitida de alcoholemia

Fue interceptado por la Policía Local y puesto a disposición judicial por un presunto delito contra la seguridad vial”. EPDV, 24/06/2023

La realidad siempre supera a la ficción.

(Votos: 3 Promedio: 5)

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