Hace algún tiempo, mas concretamente en 2009, en la revista editada por la agrupación de Fiestas de Navidad y Reyes de las Virtudes, escribí un artículo titulado Dicen que en Santuario hubo una barquilla
. Fueron unos reglones donde intenté, con algo de rigor histórico, exponer las peripecias vividas por nuestro paisano D. Juan Martínez de Olivencia en el sitio de Malta. Tras explicar someramente la situación de los hechos, hice referencia a la executoría de la Real Cedula de Aranjuez concedida el 20 de octubre de 1576, por la casa real regentada por Felipe II. Allí se explicaban los hechos y se le reconocía de una manera inequívoca su valor en la batalla.
Para la realización de este artículo tuve que hacer uso de diversa documentación. Utilicé bibliografía y una copia de la Real Cédula de Aranjuez, editada en Villena en el año 1955. Pero sobre todo, me lance a la libre navegación por la red de redes, sin barquilla, acerca de lo acontecido en el sitio de Malta. Hasta aquí todo parecía perfecto, pero pronto comenzaron mis problemas por lo aparecido en algunas enciclopedias digitales:
¡Nos cambian la historia!
Navegué y navegué sin avistar puerto, encontrándome en el crucero con recursos históricos que reflejaban las peripecias de nuestro conciudadano. Asimilé y comparé contenidos de diferentes lugares webs visitados, viendo sus descripciones y referencias históricas acerca de lo acontecido. Todo iba según lo previsto, pero el viento cambió de rumbo la nave. Leyendo e investigando, me topé con la enciclopedia libre y su artículo (http://es.wikipedia.org/wiki/Sitio_de_Malta_%281565%29), referente al sitio de Malta. Allí fue donde tuve una mayúscula sorpresa, al leer en su apartado referente al primer gran asalto, lo siguiente: (El éxito se debió a un único soldado, Juan Martínez de Luvenia, que desembarcó sólo y dio aviso a la flotilla con una fogata de la presencia o ausencia de enemigos las tres ocasiones que se intentó el desembarco.
¡Habían cambiado el apellido al villenero, y de paso el nombre al parque los pajaricos! Intuí que nos habían metido un gol por la escuadra y cambiado el gato por la liebre. En dicha publicación existía un error, el soldado villenense y se llamaba Juan Martínez de Olivencia y no de Luvenia.
En estos momentos me arme de valor, pero con bastante menos que el demostrado por nuestro paisano, y escribí un correo el día 12 de octubre del 2009, nombrado Error detectado Sitio de Malta (1565), con el siguiente contenido: (En su artículo tan bien redactado denominado Sitio de Malta, he comprobado que existe un error en el apartado denominado Primer gran asalto. Cercano a la foto aparece el siguiente texto: El éxito se debió a único soldado Juan Martínez de Luvenia. El error consiste en la sustitución del segundo apellido por Olivencia. Para justificar esto, existe una Real Cédula expedida en Aranjuez el 20 de octubre del 1576, donde quedan claros tanto su escudo como su apellido. Así pues espero que tengan a bien esta justificación de este ilustre capitán natural de Villena (Alicante).
He de reconocer que me sorprendió gratamente la rapidez en la respuesta, ya que en apenas veinticuatro horas, se contestó a mi demanda en los siguientes términos: (He preguntado acerca de ello y me dicen que Cesáreo Fernández Duro (Armada Española, II, p. 84) lo denomina Luvenia. ¿Sabes de alguna fuente que lo llame Olivencia? A veces resulta difícil determinar la forma exacta de estos apellidos.
¡Retruco!
Es cierto, existe esa publicación del Instituto de Historia y Cultura Naval, se puede comprobar en ((www.armada.mde.es/html/historiaarmada/tomo2/tomo_02_05.pdf). Armado nuevamente de valor, al día siguiente, el 14 de octubre, recopilé información y le escribí, incluyendo esta vez, archivos adjuntos: (En primer lugar agradecerle su atención, y en la medida de mis posibilidades demostrarle este supuesto. Adjunto envío algunos datos que pueden ser de su interés:
En archivo adjunto le envío una copia de la Real cédula de Aranjuez, editada en el año 1955 (Me hubiera gustado encontrar la original, pero es lo que he podido conseguir), donde se explica lo acontecido en la Isla de Malta. Perdone la calidad, pero creo que se puede leer.
También adjunto un libro editado en Villena, con ISBN84-400-7934-6 y depósito legal 297-1974, denominado Historia de la Imagen de Ntra. Sra. María de las Virtudes. Solamente incluyo el capítulo X donde habla de la barquilla que estuvo colgada en la Iglesia que perteneció al Capitán nacido en Villena, D. Juan Martínez de Olivencia. También en el libro titulado De Villena y los villeneros, con ISBN 84-607-4789-1 y con depósito legal A-670-2002, se habla en su apartado de Villeneros notables de D. Juan Martínez de Olivencia y el hecho acontecido en la Isla de Malta. (Este no lo incluyo, pero existe editado). Aquí en Villena (Alicante), es un villenero al cual se le reconoce como ilustre y en virtud de ello, posee una Plaza denominada Plaza de Martínez de Olivencia.
Estos son algunos de mis datos. Seguramente se pudieran conseguir algunos más, pero estos son contrastados. De todas formas lo más fehaciente sería la obtención del original de la Real Cédula de Aranjuez o de algún libro de texto de historia, posiblemente específico del sitio de Malta, e incluso editado en la Isla. Se que le puede parecer un poco extraño que tenga este especial interés o inquietud por cambiar simplemente un apellido. Como persona nacida en Villena, cuna de este paisano, me siento un poco obligado a hacerlo, tras la lectura de su texto histórico. (Por cierto, bastante bien editado y redactado). No obstante, gracias por su atención y agradecerle, una vez más, su tiempo empleado. Si necesita algún documento en especial, antes de tirar la toalla, le ruego que me lo hiciera saber y quien sabe, si podría buscar otro documento que algún villenense pudiera tener.
A tirar la toalla
Tras este fructífero y apresurado intercambio de correo, esperaba que se produjera el definitivo al día siguiente. No fue así, pasados diez días tras la primera toma de contacto, y viendo que mi demanda caía en saco roto, el 22 de octubre le enviaba con tristeza un último correo, diciendo lo siguiente:
(Supongo que tendréis mucho trabajo, y si me apuras cosas más importantes que realizar, pero me gustaría saber si estáis teniendo en cuenta el correo que os envíe acerca de lo publicado en vuestra web, como "El Sitio de Malta". El tema trataba sobre el cambio del apellido de Luvenia por Olivencia. También adjunté algunos documentos en aquel correo, que pudiera ser os sirviera como referencia, o como prueba para en algún momento llevar a cabo dicha sustitución. Saludos de nuevo por vuestra atención y gracias.
Ya no hubo respuesta. Desde entonces, voy entrando más o menos regularmente en la página, para comprobar si en la historia del sitio de Malta han cambiado el apellido. Eso sí, cada vez menos porque si bien no he perdido la esperanza, soy consciente que es complicado que mi petición se lleve a buen término. Sé de buena tinta que mi protesta, ha sido transferida en varias ocasiones, ya que buscando Luvenia en google, se descubren e-mails llegados al servidor en los siguientes términos: Me dicen que Juan Martínez de Luvenia, del Sitio de Malta (1565), en realidad se llamaba Juan Martínez de Olivencia. ¿Tienes alguna fuente que ratifique alguno de los nombres?
Dicen que el que hace lo que puede nos esta obligado a más, es probable que haya pecado de conformista y haya tirado la toalla antes de tiempo. Sin lugar a dudas, mandé a mis naves a luchar contra los Ingleses, y otra vez más la armada invencible cayó con los elementos. También es probable que ambos, demandante y demandado, tengamos otros asuntos que le hayan quitado prioridad a este. ¿Qui lo sá?
No me gustaría terminar este breve escrito sin dar las gracias a El Periódico de Villena por dejarme expresar en esta publicación, antesala de nuestras fiestas, estas anécdotas y reflexiones. Sé de buena tinta que los contenidos debían ser típicamente de Moros y Cristianos, pero cada año me cuesta más plasmar mis sentimientos festeros. Supongo que no debería de ser así, sino más bien al contrario, pero el cerebro es un mecanismo extremadamente sabio y siempre te lleva poner los pies en el suelo.
Felices fiestas de la Virgen 2011.
